El planeta conserva aún lugares que nos dejan sin respiración por su increíble belleza natural, que merece visitar al menos una vez en la vida

Los paisajes son relajantes e inspiradores, nos provocan asombro y reverencia. Se encuentran en la pintura desde hace siglos y son un tema fundamental para la fotografía. Incluso en Instagram, ese imperio de las fotos del sandwich que vas a almorzar, es normal encontrar paisajes bellísimos y sobrecogedores.

Un estudio clásico encontró que incluso los pósters de paisajes eran suficientes para hacer el entorno más agradable y aumentar la satisfacción en el trabajo, aunque también creaban la impresión de que el trabajo era más exigente. Los paisajes nos elevan y nos hacen conscientes de nuestra pequeñez.

Toda lista de los paisajes naturales más bellos del mundo es subjetiva. Esta es una de los que aún puedes visitar:

Lagos de Plitvice, Croacia


Aunque no tan conocidos como otros parajes del mundo, los Lagos de Plitvice, en Croacia, son el objeto de innumerables fotografías, y por muy buenos motivos. Es el mayor parque natural del país y está atravesado por 16 lagos cristalinos que se unen a través de una serie de cascadas y saltos de agua. En el parque hay un total de 18 km de senderos, escaleras y pasarelas de madera que serpentean por las orillas y atraviesan las cascadas, dejando un recuerdo imborrable de sus aguas de color turquesa. En primavera, nubes de mariposas de colores acompañan la visita.

Capadocia, Turquía

 

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El paisaje de esta región de Turquía parece sacado de un cuento de hadas o una novela de ciencia ficción. Las colinas de extrañas formas parece que pertenecen a otro planeta, y sus primeros habitantes excavaron la piedra blanda de la zona para crear refugios subterráneos, dejando todo tipo de extrañas maravillas arquitectónicas a su paso. Por si el paisaje no fuera impresionante por sí mismo, es un lugar donde se congregan innumerables globos aerostáticos que permiten a los visitantes observarlo desde lo alto. El Museo al Aire Libre de Goreme, sus iglesias excavadas en la roca y las maravillas subterráneas de Kaymakli son visitas imprescindibles.

Fairie Pools, Isla de Skye, Escocia

 

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Es posible que empieces a creer en las hadas en el momento en que veas estas lagunas en la isla de Skye. Las cascadas de aguas cristalinas rompen un paisaje verde perfecto con un efecto casi mágico. Las aguas están heladas, pero los más valientes pueden aventurarse a nadar en ellas como experiencia vital única. Estas piscinas naturales de color azul aguamarina son un deleite para la vista.

Gran Canón del Colorado, EEUU


Ninguna lista está completa sin uno de los paisajes más fotografiados de la historia, y no es de extrañar que reciba cinco millones visitantes al año. Su inmensidad nos deja sin palabras y visitar el cañón durante el amanecer o el atardecer es una imagen que se queda grabada para siempre. El cañón está dividido en tres bordes, Norte, Oeste y Sur, y los tres ofrecen experiencias increíblemente únicas. El Borde Sur es el más visitado, pero si buscas aventura y menos multitudes, el North Rim en el estado de Utah es una mejor opción.

Cataratas de Iguazú, Brasil


Son más anchas que las cataratas Victoria y más altas que las del Niágara. Las cataratas de Iguazú parten la selva tropical, cerca de la triple frontera entre Brasil, Argentina y Paraguay. El paraje consta de 275 cataratas distintas, aunque la más impresionante es una en forma de U apodada «La Garganta del Diablo», que cuenta con 14 saltos que se precipitan más de 106 metros. La mejor época para ir es en invierno, porque son los meses más lluviosos y el caudal es más abundante.

Milford Sound, Nueva Zelanda

 

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Hay un motivo por el que Nueva Zelanda fue el escenario de las películas de El señor de los anillos (además de que su director fuera de allí), y es que el país tiene todo tipo de paisajes, desde montañas nevadas hasta bosques milenarios. Sin embargo, el fiordo de Milford Sound hace paliceder a todo lo demás. Con una altura de 1.692 m de altura es probable que nos deje sin aliento la primera vez que lo vemos. Milford Sound se puede visitar a pie, en helicóptero o en autobús.

Salar de Uyuni, Bolivia

 

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La mayor mina de sal del mundo es también una de sus maravillas más bellas. El Salar de Uyuni parece un inmenso espejo sacado de una pintura surrealista y es uno de los espectáculos naturales más impresionantes de Sudamérica. La belleza desnuda de este vasto desierto de sal solo se interrumpe por las extrañas islas que se forman y que refuerzan la impresión de estar en un mar imposiblemente plano.

Las montañas del arco iris, Zhangye Danxia, China

 

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Los turistas y fotógrafos abusan de los filtros de saturación del color para tomar fotos imposibles de este paisaje, pero las Montañas del Arco Iris del Parque Geológico Nacional de Zhangye Danxia se consideran tan impresionantes como Gran Cañón del Colorado, y uno de los lugares más bellos de toda China. Los dramáticos cambios de color entre granate, magenta, amarillos y verdes se deben a las trazas de distintos minerales en la roca arenisca que forma el cañón.

Seljalandsfoss, Islandia

 

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Islandia es famosa por sus paisajes volcánicos de rocas afiladas, pero una de las vistas más emblemáticas del país son todo lo contrario. Las cataratas de Seljalandsfoss caen sobre una escarpa rocosa en un profundo estanque verde que se prolonga en una inmensa pradera. Se cree que hace millones de años estas rocas eran un acantilado en la costa de Islandia. El acceso a las cataratas es gratuito y hay un camino que discurre por detrás.

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