Cuando miramos las estrellas de un bellísimo cielo nocturno, también estamos observando el pasado del cosmos. De ahí que una de las grandes preguntas que podemos hacernos es si alguna de las estrellas que miramos es ya un cadáver descompuesto en polvo y gas por los siglos de los siglos. ¿Estamos viendo estrellas muertas?

Qué estrellas vemos

Los astrónomos han elaborado un mapa exhaustivo de las estrellas que nos rodean y cuál es su posición en el universo respecto al sistema solar. Las estrellas más cercanas a nosotros no siempre son las que podemos ver,  ya que lo que es visible está determinado por una combinación de distancia y brillo intrínseco de la estrella. Si está cerca pero su brillo es débil, no la vemos. Y si su brillo es muy intenso, pero está lejos, también será invisible en nuestro cielo nocturno. Esto significa que vemos muchísimas menos estrellas de las que realmente hay sobre nuestros ojos.

Segundo factor a tener en cuenta: la distancia astronómica que nos separa de ellas. Cuando observamos una estrella, realmente lo que está ocurriendo es que la luz que esa estrella emite ha llegado a nosotros, a la Tierra, sus observadores. La luz que nos llega completó un viaje de varios años luz en todos los casos. Así que no es absurdo plantearse que quizá cuando llega esa luz a nosotros la estrella que la originó ya se ha desintegrado.

Una estrella que se encuentra a 100 años luz de distancia tardará 100 años antes de que veamos su luz, así que, paradójicamente, la estrella que nosotros estamos viendo es una estrella del pasado, tal y como era hace 100 años. ¿Y si en ese tiempo la estrella ha muerto?

Su larga vida minimiza la probabilidad de que esté muerta

Un último detalle antes de responder a la pregunta de si podemos estar viendo estrellas muertas. Las  estrellas  pueden vivir  mínimo 1 o 2 millones de años en total, otras viven millones y miles de millones de años. Sumémosle a esto que en condiciones ideales en la Tierra, apenas podemos ver aproximadamente 9.000 estrellas a simple vista. Son poquísimas respecto a las que realmente hay frente a nuestros ojos.

Por ejemplo, la constelación de Casiopea es familiar para los observadores del cielo  como una gran «W», pero en verdad la constelación contiene muchos miles de estrellas que son más débiles e imposibles de ver sin equipo astronómico. Si pudiéramos ver todas, la W desaparecería.

 

La más cerca a la Tierra es Alpha Centauri : a 4,3 años luz de distancia

¿Betelgeuse está muriendo?

Una de las estrellas visibles desde la Tierra que a veces se considera candidata a ser ya un cadáver o estar a punto de acabar sus días es Betelgeuse. En algún momento su brillo se ha debilitado y ha hecho saltar todas las alarmas pensando que estábamos a punto de presenciar en directo la muerte de una estrella. Sin embargo, las observaciones del Telescopio Espacial Hubble de la NASA han mostrado que la atenuación inesperada de la supergigante Betelgeuse probablemente fue causada por una inmensa cantidad de material caliente expulsado al espacio, y que formó una nube de polvo que bloqueó la luz que nos llegaba de ella. Esa nube de polvo se interpuso entre nosotros y la estrella, y fue la razón de que su brillo se atenuara. Los astrofísicos consideran que solo hay 1 probabilidad entre 4.000 de que Betelgeuse haya muerto.

La región sur de Betelgeuse se hizo más débil varios meses a fines de 2019 y principios de 2020. En los dos primeros paneles, como se ve en luz ultravioleta con el Hubble Telescopio espacial, una gota de plasma brillante y caliente es expulsada de la superficie de la estrella. En el panel tres, el gas expulsado que sale se expande rápidamente hacia afuera. Se enfría para formar una enorme nube de granos de polvo que oscurecen la estrella. El panel final revela la enorme nube de polvo que bloquea la luz (vista desde la Tierra) de una cuarta parte de la superficie de la estrella. Crédito de la ilustración: NASA, ESA y E. Wheatley (STScI

Las probabilidades acumuladas de que una estrella visible desde la Tierra  ya haya muerto son escasas: menos de ~ 1%.

La misión espacial Gaia de la Agencia Espacial Europea ha trazado las posiciones y ubicaciones tridimensionales de más de mil millones de estrellas en nuestra galaxia, la Vía Láctea y es muy probable que unos cientos de esas estrellas detectadas por Gaia hayan muerto ya. Sin embargo, la mayoría de ellas no son visibles a simple vista y probablemente se encuentren a decenas de miles de años luz de distancia.

¿Qué ocurre si juntamos todos estos datos? Tenemos que hay muchísimas más estrellas, millones más, de las que realmente vemos. Solo vemos 9.000. Además, que las estrellas viven miles de millones de años. Así, la probabilidad de que justo ese pequeño porcentaje de estrellas que vemos sea una de las que ha llegado al final de sus días es pequeñísima, por no decir nula. Las probabilidades acumuladas de que una estrella visible desde la Tierra ya haya muerto son escasas: menos de ~ 1%

Es casi seguro que todas las estrellas que podemos ver siguen vivas, y lo seguirán estando más allá del tiempo que nuestra especie continúe mirando el cielo nocturno.