Betelgeuse está de moda. Un comportamiento nunca visto antes en ella está provocando especulaciones sobre cuándo será su final como supernova o si esta explosión nos afectará. ¿Qué hay de cierto en todo esto?

Se está hablando mucho de Betelgeuse, una estrella de las más brillantes que podemos ver en el cielo, una supergigante roja que está situada a unos 700 años luz de la Tierra. Esta estrella pertenece a la que tal vez sea la constelación más armoniosa del cielo: Orión, un conjunto de estrellas que ha sido representado por la mayoría de las culturas a lo largo de la historia de la humanidad.

El motivo es que su brillo se ha visto reducido drásticamente. Tanto, que es posible apreciar la pérdida de brillo incluso a simple vista. De hecho, en la lista de estrellas más brillantes ha pasado de la 10ª posición hasta la 21ª. Pero antes de hablar de los posibles motivos de la atenuación es necesario saber qué es una supergigante roja.

atenuación

Comparativa de dos imágenes de Betelgeuse donde se aprecia la atenuación que está sufriendo || Créditos: Brian Ottum; Fuente: Space Weather Archive.

¿Qué es una estrella supergigante roja?

Cuando una estrella con una masa superior en 10 veces la del Sol llega a la última etapa de su vida, se convierte en una supergigante roja. En esta el hidrógeno se empieza a agotar y en su lugar se fusiona helio para crear nuevos elementos. En el caso de las supergigantes rojas, la energía liberada es tan intensa que la estrella se hincha como un globo.

En el caso de Betelgeuse estamos hablando de una estrella gigantesca. «Pensemos en una bola enorme de gas muy poco denso que si estuviera en el lugar del Sol, llegaría hasta la órbita de Júpiter», explica Javier Armentia, astrofísico y director del Planetario de Pamplona. En este tipo de estrellas, las capas más externas están tan alejadas del centro que el calor apenas llega y se enfrían.

Cuando el helio se empieza a agotar, las capas internas de la estrella se comprimen con el fin de sintetizar elementos más pesados, lo que provoca el colapso de las capas más profundas. Es entonces cuando la estrella muere estallando en forma de supernova, uno de los eventos más energéticos del universo. Según Armentia, cuando Betelgeuse estalle «veríamos un objeto impresionante en el cielo durante varios meses. Sería tan brillante que lo podríamos ver incluso de día».

Las imágenes de Betelgeuse

¿En qué punto está Betelgeuse ahora mismo? No se sabe con certeza. Sin embargo, tenemos imágenes de la superficie de Betelgeuse. Sí, habéis leído bien. La tecnología ya nos permite observar la superficie de las estrellas con un tamaño angular grande como Betelgeuse. Contamos con dos imágenes.

La primera de ellas fue tomada en enero de 2019 cuando la estrella no había empezado a perder su brillo. La segunda se hizo en diciembre de ese mismo año, en plena atenuación. Ambas fueron tomadas con el espectrógrafo SPHERE (Spectro-Polarimetric High-contrast Exoplanet REsearch) del VLT (Very Large Telescope) como parte de un estudio liderado por Miguel Montargès, astrónomo de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica).

Al compararlas, la de diciembre presenta una clara atenuación con respecto a la de enero. Tras los análisis comparativos, Montargès y su equipo concluyeron que podrían ser dos las causas de la reducción de brillo y que podrían darse simultáneamente:

  1. Un enfriamiento de la superficie estelar debido a una actividad anormal.
  2. Una eyección de polvo dirigido hacia nosotros lo que provocaría que esa nube «eclipsase» la estrella parcialmente y el brillo percibido es, por lo tanto, menor.
comparativa betelgeuse

Diagrama donde se compara la estrella Betelgeuse antes (izquierda) y después (derecha) de su atenuación en dos imágenes tomadas con el instrumento SPHERE del VLT || Créditos: ESO/M. Montargès et al. changed.

Betelgeuse en el espectro infrarrojo

De forma complementaria, otro instrumento del VLT llamado VISIR (VLT Imager and Spectrometer for mid-Infrared) también tomó imágenes de Betelgeuse en el espectro infrarrojo durante su atenuación en un estudio liderado por Pierre Kervella del Observatorio de París (Francia). En ella se aprecian una especie de llamas que indican que la supergigante roja está inyectando materiales al espacio debido a que sus capas más externas ya se están desprendiendo de la superficie propiamente dicha.

betelgeuse con visir

Imagen obtenida en diciembre de 2019 con el instrumento VISIR del VLT. El disco negro oscurece el centro de la estrella y gran parte de su entorno, ya que son muy brillantes y deben ser enmascarados para permitir que se vean los penachos de polvo, más débiles. El punto naranja en el centro es la imagen de SPHERE de la superficie de Betelgeuse || Créditos: ESO/P. Kervella/M. Montargès et al.; Agradecimientos: Eric Pantin.

¿La Tierra está a salvo de la explosión de Betelgeuse?

Las estrellas prácticamente se mantienen inamovibles a lo largo de una vida humana. Pero comparadas con una estrella típica como el Sol, las supergigantes rojas tienen una vida efímera. El Sol vivirá unos 10.000 millones de años, y ahora está hacia la mitad de su vida. La supergigante roja Betelgeuse tiene unos 8 millones de años de edad y ya está a punto de estallar, astronómicamente hablando.

«Se trata de un estallido inminente en términos astronómicos ya que Betelgeuse está acercándose al final de su vida. Ocurrirá en los próximos 100.000 años, incluso un millón», explica Armentia, que también resolvió las dudas sobre si la Tierra estará a salvo de esa explosión: «Se cree que el entorno hostil para que nos afecte una supernova de este tipo tendría un radio de unos 50-100 años luz, y nosotros estamos mucho más lejos. Así que no nos pasaría nada, salvo que tendríamos un espectáculo maravilloso en el cielo», concluye.

Los habitantes de nuestro planeta podrán estar tranquilos frente a la gran supernova que se podrá apreciar en el cielo cuando Betelgeuse estalle. De momento podemos estar tranquilos, porque Orión seguirá conservando esa forma tan armoniosa que la convierte en una de las constelaciones más fáciles de reconocer.

Antonio Pérez Verde es autor de Astrométrico.