Ingenieros del University College de Londres han diseñado el mejor coche de Fórmula 1, para el que se han basado en la “selección natural”.

El asunto consiste en tratar cada po­sible solución a un problema como si fuera un organismo vivo.

Este “organismo” se enfrenta virtualmente a un montón de va­riables tales como suspensión, dirección, motor, go­mas, adherencia al asfalto, presión de frenado, consumo de combustible etc.

La “solución” mejor en cada caso, la más adaptada, sobrevive.

Redacción QUO