El sueño de poder vivir en algún lugar del espacio no es nuevo. La NASA lleva décadas coqueteando con este proyecto. En 1975, un equipo del Centro de Investigación Ames de la NASA, dirigido por Gerard O’Neill, trabajó codo con codo con arquitectos, investigadores y científicos para evaluar si la idea de construir colonias espaciales tenía alguna viabilidad. 

Finalmente, diseñaron tres conceptos. Todos ellos con forma circular: la esfera de Bernal (con cabida para 25.000 personas), la colonia toroidal (para 10.000 personas) y la colonia cilíndrica (que podría llegar a albergar un millón de personas a la vez).

El fin de estas colonias era asegurar nuevas tierras para que la población pudiese expandirse, garantizar la supervivencia de la humanidad en caso de un desastre que afectase a todo el planeta y además, crear riqueza a través de la explotación de los recursos del espacio.

Una vez estas ideas tomaron forma, llamaron a un ilustrador para que diese forma a todo lo que habían creado. Y este es el resultado, un concepto de lo más retrofuturista plagado de zonas verdes y con todas las comodidades que podría requerir un ser humano.

Vista en corte de una colonia toroidal

Las colonias toroidales fueron diseñadas en 1975 por un grupo de investigadores de la Universidad de Standford. Su modelo reflejaba una colonia con forma de anillo pensada para que pudieran vivir unas 10.000 personas.

Se concluyó que la estación debería rotar una vez por minuto y estar cubierta por material lunar para proteger a los habitantes de la radiación.

Los ascensores espaciales estaban pensados para ayudar a los residentes a transportarse de un lado a otro de la colonia.

 

Crédito fotografía: NASA Ames | Rick Guidice.

Vista interior de una colonia esférica de Bernal

Cincuenta años antes del estudio de la NASA, el científico irlandés John Desmond Bernal propuso un hábitat con forma esférica de 16 kilómetros de diámetro que podría dar cabida a unas 30.000 personas.

Partiendo de esta idea, O’Neill propuso una colonia de 500 metros de diámetro que rotase con el fin de proporcionar una gravedad parecida a la de la Tierra en el ecuador. Claro que, reduciendo las dimensiones, también reducía la densidad de población a 10.000 habitantes.

 

Crédito fotografía: NASA Ames | Rick Guidice.

Vista desde el interior de una colonia cilíndrica

Crédito fotografía: NASA Ames | Rick Guidice.

Vista desde el interior de una colonia cilíndrica, con un puente colgante en el fondo

Crédito fotografía: NASA Ames | Don Davis. 

Vista en corte de los módulos agrícolas de una colonia esférica de Bernal

Crédito fotografía: NASA | Rick Guidice.

Exterior de una colonia esférica de Bernal

Crédito fotografía: NASA Ames | Rick Guidice.

Ilustración artística de una colonia de dos cilindros

Crédito fotografía: NASA Ames | Rick Guidice.

Múltiples colonias de dos cilindros apuntando hacia el Sol

Crédito fotografía: NASA Ames.

Vista desde el interior de una colonia cilíndrica, con un puente colgante en el fondo.

Crédito fotografía: NASA Ames | Don Davis.

Un eclipse solar entre las nubes de una colonia cilíndrica

Crédito fotografía: NASA Ames | Don Davis.

Ilustración artística de una colonia toroidal.

Crédito fotografía: NASA Ames | Don Davis.

Modelo de una colonia toroidal

Crédito fotografía: NASA.

Ilustración artística de la construcción de una colonia toroidal

Crédito fotografía: NASA.

Modelo de una colonia esférica de Bernal

Crédito fotografía: NASA.

Ilustración artística de una colonia esférica de Bernal en construcción

Crédito fotografía: NASA Ames | Don Davis.

Vista en corte de una colonia esférica de Bernal

Crédito fotografía: NASA Ames | Rick Guidice.