Te presentamos a… ¡los ratones transparentes!

Estos roedores no esconden nada. Son completamente transparentes, en el sentido más literal de la expresión. Y son el resultado de un experimento llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Tokio. Para ello utilizaron un cóctel de sustancias químicas llamado CUBIC que tiene un efecto decolorante y que introdujeron en el organismo de los cobayas a través de los vasos sanguíneos. Al cabo de quince días los científicos obtuvieron los resultados esperados, logrando que los ratones se volvieran transparentes para que sus vísceras pudieran ser observadas a simple vista.

«Esta investigación no tiene nada de caprichosa. Gracias a ella ya no será preciso diseccionar al animal para observar sus órganos y estudiar la evolución de enfermedades como el cáncer o la diabetes», explicó Kazuki Tainaka, director de este experimento, cuyos resultados se han publicado en la revista Cell.

Lo cierto es que ya se había logrado con anterioridad volver transparentes los cerebros de los ratones, pero esta es la primera vez que se consigue con otras partes de la anatomía que involucran a órganos con una cantidad superior de sangre, como el corazón.

La imagen de Mozart viaja en un haz de luz

Científicos de Viena han conseguido enviar, mediante luz modulada espacialmente, una serie de imágenes en escala de grises de famosos personajes austriacos (Wolfgang-Amadeus Mozart y Erwin Schrödinger), desde la torre del centro meteorológico de la ciudad. La señal se envió mediante un haz láser verde hasta el Instituto de Óptica Cuántica e Información Cuántica (IQOQI), situado a tres kilómetros de distancia, donde se registraron los datos con una cámara y se decodificaron los rostros de Mozart y Schrödinger.

Dichas imágenes se enviaron píxel a píxel a través de lo que se conoce como «un haz de luz retorcida» dado que, si la luz adquiere una forma de espiral, se pueden evitar las turbulencias generadas por el propio airey la calidad de la señal es muchísimo mejor. Tal y como explican los autores del estudio en la revista New Journal of Physic, auqnue ya se habían realizado experimentos similares es la primera vez que se consigue este resultado a través del aire.

¿Posibles aplicaciones? Según explica Mario Kern, director del experimento: «La modulación espiral de la se puede usar para enviar señales secretas con hileras de fotones polarizados. Las leyes de la física dictan que cualquier intento por parte de un espía de interceptar una clave codificada de esta manera, alteraría el estado de los fotones alterará este giro y destruiría la clave antes de que fuera descifrada».

Activan genes… ¡con la mente!

La telepatía, el poder de controlar las mentes ajenas con la fuerza de nuestros pensamientos, es una quimera perseguida por muchos grandes villanos de la ficción. Por el momento, sigue siendo un sueño inalcanzable, pero la ciencia acaba de brindarles otra opción igual de asombrosa: controlar los genes con el pensamiento. Y es que un equipo de investigadores de la Universidad de Basilea han desarrollado un interruptor genético controlado por el pensamiento que permite activar genes para que produzcan proteínas.

Este experimento se ha inspirado en un juego conocido como Mindfulness, en el que los participantes usan un casco que registra las ondas cerebrales y las transforma en impulsos eléctricos que posteriormente transmite a un ventilador para mover una pequeña bola.

Los investigadores implantaron en los ratones usados como cobayas células modificadas para generar una proteína humana llamada fosfatasa alcalina secretada (SEAP). Gracias a una técnica conocida como optogenética, los autores del estudio lograron que esas células modificadas fueran especialmente sensibles a la acción de la luz infrarroja.

El resto del experimento fue relativamente sencillo. Los investigadores usaron un casco para medir mediante un encefalograma las ondas cerebrales de los voluntarios humanos, que se transmitían mediante bluetooh a un dispositivo que generaba un campo electromagnético y que las transformaba en impulsos eléctricos. Esa corriente servía para activar una lámpara LED que emitía luz infrarroja la cual, al ser captada por las células modificas que los ratones portaban en su organismo, comenzaba a segregar proteínas.

Un agujero negro del que nacen estrellas

El astrónomo argentino Félix Mirabel ha descubierto por primera vez un agujero negro que contribuye a la formación de estrellas en La Vía Láctea. Hace 20 años, el investigador ya observó como un agujero negro eyectaba chorros de materia a velocidades cercanas a las de la luz. Y ahora, ha obtenido la respuesta: ese agujero, además de devorar estrellas, en un proceso que puede durar millones de años, contribuye con sus eyecciones a la formación de otras nuevas.

Se trata de un hecho único en nuestra galaxia, y ha sido observado con los radiotelescopios Very Large Array (VLA) y Hubble. Este descubrimiento refuerza una teoría cosmológica que el astrofísico argentino ya presentó en 2011, según la cuál en las épocas tempranas del Universo, los agujeros negros fueron fundamentales para que se elevara la temperatura del medio intergaláctico y se disiparan las nieblas que cubrían el Cosmos.
Antes de su propuesta, se creía que las estrellas habían sido las únicas responsables de calentar el Universo temprano. «Este descubrimiento hace pensar que no sólo la radiación de los agujeros negros fue fundamental para que evolucionara el Universo, sino que ellos cumplieron un rol muy importante para la formación de las primeras generaciones de estrellas y galaxias», explicó Mirabel.