La actividad registrada en el Sol durante los últimos meses indica a los científicos que una gran tormenta solar, también conocida como tsunami solar, puede llegar a la Tierra en 2013. Los grandes conocimientos actuales sobre cómo funciona el Sol, su actividad en los últimos meses y la experiencia de episodios anteriores lo corroboran.

Desde el Espacio

Imagen de una aurora boreal, uno de los síntomas externos de explosión solar, tomada por el astronauta Donald R. Pettit durante la Expedición 6 de la NASA oficial a bordo de la Estación Espacial Internacional ( ISS).

Primera erupción

Otra gran eyección de masa coronal (CME) registrada por SOHO el 7 de abril de 1997 dónde se puede ver la corona poco antes de la erupción (arriba a la izquierda) y cuando comienza (arriba a la derecha).

Primera actividad

El telescopio ultravioleta extremo (EIT) abordo del SOHO, el observatorio de la NASA, tomó esta imagen de una eyección de masa coronal (CME) el 7 de abril de 1997. Estaba acompañada de una poderosa llamarada solar visible, como la mancha blanca que se puede ver en el marco superior derecho. La erupción provocó una onda supersónica que se extendió por la corona solar.

La temperatura del Sol

Este mosaico de imágenes fue tomado por un telescopio ultravioleta el 4 de diciembre de 2006. El falso colorido muestra las atmósferas del Sol en un rango de temperaturas diferentes. Según las agujas del reloj desde la parte superior izquierda: 1 millón de Cº, 1,5 millones de Cº, entre 60.000 y 80.000 millones de Cº y 2,5 millones de Cº.

El episodio anterior

Captura desde la STEREO de la NASA de tres CME (eyecciones de masa coronal) diferentes en un lapso de tres días (entre el 14 y el 17 noviembre 2007). El primer día, la CME podía intuirse con forma de rosquilla en la parte inferior derecha. La segunda, la noche del 15 de noviembre, era un mucho más difusa, como un halo alrededor del Sol en apariencia débil, que se expandió en todas direcciones. En este caso el origen tuvo lugar en la parte trasera del sol. En estos tres días se produjo el período de mayor actividad del Sol en meses.

Empujón final

Las tormentas solares no siempre viajan en línea recta. Pero una vez que comienzan su recorrido en dirección a la Tierra, pueden pisar el acelerador, cobrando la fuerza suficiente como para asestar un duro golpe al campo magnético de la Tierra.

Movimiento solar

Combinación de las imágenes tomadas con dos instrumentos diferentes de estudio para analizar la eyección de masa coronal producida el 7 de agosto de 2010. La imagen de fondo, más grande, captura el borde delantero de la nube de partículas que exhala el sol. El resto resaltar la diferencia entre un fotograma y el siguiente, tomada unos 15 minutos más tarde para apreciar su actividad.

Agujero al descubierto

Esta imagen del Sol tomada por la sonda SDO entre el 23 y el 25 de agosto de este año, muestra un agujero coronal oscuro que llegó a ocupar más de la mitad del astro. Los agujeros coronales son zonas donde el campo magnético se abre y permite que el viento solar se escape. Este fue descubierto girando hacia la Tierra, lo que indica a los expertos que podría producir una tormenta geomagnética que podría afectarnos.

El ataque del Sol

Esta ilustración muestra una gran eyección de masa coronal (CME) que parte de la superficie del Sol en dirección a la Tierra. De dos a cuatro días después de esta imagen, la nube que exhala el astro rey comenzará a golpear la magnetosfera, la capa de protección más externa de la Tierra. Los círculos azules que salen de los polos en la imagen son algunas las líneas de su campo magnético que se arquean debido la fuerza que ejerce plasma magnético. Algo así como lo que sucede con el pelo a gran velocidad. Una tormenta de esta magnitud pueden interrumpir las comunicaciones y equipos de navegación, los satélites e incluso producir un gran apagón.