Cuando usamos un telescopio estamos viajando al pasado. Vemos cómo era la galaxia, por ejemplo, como era la galaxia  de Andrómeda cuando en la Tierra solo existía vida microscópica.

El universo es tan enorme que la velocidad de la luz, la máxima que se pude alcanzar dentro del cosmos, es increíblemente lenta para explorarlo. Por suerte, los científicos han encontrado la manera de aprovechar esta “lentitud “ de la luz en su beneficio.

La luz que refleja la Luna tarda aproximadamente 1.3 segundos en llegar a la Tierra. En el caso del Sol, la luz que emite el astro rey tarda poco más de ocho minutos en llegar hasta nosotros.

Si nos seguimos alejando, la luz de la estrella Alfa Centauri tarda 4,4 años en alcanzarnos. La galaxia de Andrómeda, la más cercana a la nuestra, se encuentra a más de 2.500 millones de años luz, y eso en lo que tardan en llegar las noticias desde allí.

Cuando usamos un telescopio estamos viajando al pasado. Vemos cómo era la galaxia de Andrómeda cuando en la Tierra solo existía vida microscópica.

Andrómeda

Así es como vemos Andrómeda, una imagen de hace 2.500 millones de años

Los científicos han aprovechado esta máquina del tiempo para explorar la historia del universo hasta casi sus inicios. El fondo cósmico de microondas, una tenue nube de radiación que pueden fotografiar los radiotelescopios más potentes, nos da cuenta de los primeros momentos del Universo.

Viajar al origen del universo, el Big Bang

Justo después de la gran expansión del Big Bang, la densidad de la materia del universo, que antes estaba comprimida, disminuyó hasta dejar escapar la luz. Esa luz es la que hemos podido capturar en el fondo de microondas, más de 13.000 millones de años después.

fondo de microondas

Fondo cósmico de microondas. Fuente: NASA

Pero para saber más es necesario que nuestras «maquinas del tiempo» sean mucho más avanzadas. La luz antigua y lejana es cada vez más tenue, deformándose a medida que el universo se expande. Necesitamos radiotelescopios más grandes, más avanzados. Por desgracia, hace poco perdimos el más grande de todos, el radiotelescopio de Arecibo en Puerto Rico.

Cuando miramos al cielo vemos el pasado

Para ver más claro el pasado, tenemos que sacar nuestros instrumentos de la Tierra y mandarlos al espacio. Sacar imágenes del universo desde la tierra es como sacar una foto del paisaje montados en una bicicleta en un camino lleno de baches. La atmósfera, el campo magnético terrestre y la actividad humana producen interferencias que emborronan las imágenes que recibimos.

Si se trata de luz visible, hacen falta enormes espejos que acumulen luz durante días para poder ver imágenes de galaxias lejanas, y compensar el movimiento de rotación y traslación de nuestro planeta.

Extreme Deep Field

Esta imagen es la llamada Campo Profundo Extremo del Hubble, la fotografía del espacio más alejado que se haya tomado

Estos sofisticados aparatos no solo nos permiten ver las primeras estrellas, también las distintas etapas de su formación, la creación de planetas y el nacimiento de agujeros negros. Sin las maquinas del tiempo que son los telescopios no podríamos entender nuestro universo como lo hacemos ahora.

Nosotros mismos también podemos jugar con la velocidad de la luz. Gracias a esta curiosa página web, podemos saber de qué estrella nos está llegando hoy la luz emitida en la fecha que marquemos. Por ejemplo, el sí indicamos el día de nuestro cumpleaños, nos dará estrellas que han emitido una luz que tiene nuestra misma edad y todo este tiempo ha estado viajando por el espacio hasta alcanzarnos.