El consenso en la comunidad astronómica es que el universo tiene una edad de 13.770 millones de años, 40 millones arriba o abajo

La edad del universo no es fácil de medir, y los astrónomos llevan tiempo intentando determinar con exactitud cuándo se produjo el Big Bang, el comienzo del universo conocido. Un estudio publicado el 30 de diciembre pasado en el Journal of Cosmology and Astroparticle Physics ha zanjado, de momento, la cuestión.

Las observaciones proceden del radiotelescopio situado en lo alto del desierto de Atacama en Chile, que ha permitido a los astrónomos analizar de nuevo la luz más antigua del universo. Han determinado que el universo tiene 13.770 millones de años, con un error de más o menos 40 millones de años.

La nueva estimación utiliza los datos del Telescopio Cosmológico de Atacama (ACT) de la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos. Esta medida de casi 14 millones de años coincide con la que proporcionan las ecuaciones del modelo estándar del universo, que asume que el universo fue creado en el Big Bang a partir de energía pura, y que ahora está compuesto de alrededor del 5% de materia ordinaria, 27% de materia oscura y 68% de energía oscura.

La polémica sobre la edad del universo

La cifra de Atacama también coincide con las mediciones de la misma luz realizadas por el satélite Planck de la Agencia Espacial Europea, que midió la radiación de fondo del Big Bang desde 2009 a 2013.

La polémica surgió en 2019, cuando un equipo de investigación que mide los movimientos de las galaxias calculó que el universo es cientos de millones de años más joven de lo que el equipo del satélite Planck predijo. Esa discrepancia sugirió que podría ser necesario un nuevo modelo para el universo y despertó la preocupación de que uno de los conjuntos de medidas podría ser incorrecto.

Sin embargo, esta nueva medida confirma los datos del satélite Planck y hace que los astrofísicos puedan respirar tranquilos, ya que por ahora no tendrán que reescribir las ecuaciones que describen el modelo estándar.

Cómo se mide la edad del universo

La forma de medir la edad del universo consiste básicamente en mirar al cielo. En 1964 dos equipos distintos de radioastrónomos descubrieron un zumbido en sus instrumentos que no sabían explicar. La conclusión fue que ese ruido era en realidad la radiación que quedaba del Big Bang.

Ya que el universo se encuentra en expansión, la radiación inicial del Big Bang es la más lejana que recibimos y la que se aleja a mayor velocidad. Igual que el sonido de un tren que se aleja, la frecuencia de la luz emitida por las estrellas y galaxias más lejanas cambia. La radiación de fondo se encuentra en el espectro de las microondas (de ahí el nombre de radiación cósmica de fondo de microondas).

Conociendo la frecuencia de la radiación podemos conocer la distancia, y extrapolar el momento en el que esa distancia era cero, es decir, el momento en el que se produjo el Big Bang, y por tanto la edad del universo.

REFERENCIA

The Atacama Cosmology Telescope: a measurement of the Cosmic Microwave Background power spectra at 98 and 150 GHz