Hoy ha despegado con éxito rumbo a Marte el cohete que transporta al rover Perseverance, y a Ingenuity, el primer helicóptero que sobrevolará el Planeta Rojo

Si se pisa el planeta rojo en el futuro, será gracias al camino abierto por los robots, la avanzadilla de la humanidad en el espacio. Un cohete Atlas V de la ULA (United Launch Alliance) ha despegado hoy desde la estación de las Fuerza Aéreas de EEUU en Cabo Cañaveral, Florida con destino a Marte.

Si todo sale bien, la cápsula aterrizará en el planeta rojo en febrero de 2021 tras casi siete meses de travesía. La misión: buscar señales de vida en el pasado del planeta y recoger muestras que, por primera vez, serán enviadas de vuelta a la Tierra en un futuro.

El módulo tiene previsto aterrizar en el cráter Jezero, una superficie de 45 kilómetros de ancho en febrero de 2021, y descargará el rover Perseverance, que se unirá al Curiosity, el rover que aterrizó en 2012 y que sigue en activo, y a Spirit y Opportunity, que fueron declarados «muertos» cuando no pudieron recargar sus baterías. El Perseverance tiene un cometido que hasta el momento ninguna otra misión ha abordado: buscar antiguas señales de vida del planeta.

 

El Perseverance también tiene como misión preparar el viaje de los seres humanos a Marte. Por un lado probará un sistema para convertir el CO2 de la atmósfera marciana en oxígeno que pueda abastecer a los futuros exploradores. También realizará pruebas de materiales para los trajes y por primera vez incorpora un micrófono que nos traerá los sonidos del Planeta Rojo a la Tierra.

El rover Perseverance tiene compañía. Dos meses después del aterrizaje en Marte lanzará un helicóptero en miniatura llamado Ingenuity.

El helicóptero Ingenuity

La parte más fascinante de la misión es un pequeño helicóptero diseñado para poder levantar el vuelo en la atmósfera de Marte, lo cual es un gran desafío. La atmósfera marciana solo tiene un 1% de la densidad de la atmósfera terrestre, lo cual quiere decir que una hélice genera solo un 1% del empuje, o dicho de otro modo, o las hélices deberían tener una superficie 100 veces mayor, o girar 100 veces más rápido, o el aparato pesar 100 veces menos. En realidad es una combinación de todas estas cosas.

Las hélices giran a 3.000 rpm, diez veces más rápido que las de un helicóptero terrestre. Las dos hélices que lo propulsan tienen más de un metro de diámetro en comparación con la carga que tiene el tamaño de un balón de balonmano, y están hechas de fibra de carbono muy rígida y resistente. Por último, el aparato completo solo pesa 1,8 kilos. El Ingenuity utilizará células solares para cargar sus baterías y tendrá una vida útil de un mes aproximadamente.

El helicóptero está sujeto a la «panza» del rover Perseverance. Cuando llegue el momento de desplegarlo, el rover lo depositará en un lugar adecuado, se retirará a una distancia prudencial, esperará a que se carguen las baterías y dirigirá el primer vuelo en Marte a distancia.

Las señales de radio tardan unos 13 minutos en llegar a Marte, y el mismo retraso para volver. No tienen ningún sentido teledirigir el helicóptero desde la Tierra, así que es el rover el encargado de dirigir los cinco vuelos de prueba, que irán ganando en distancia y altitud.

El helicóptero Ingenuity dispone de dos cámaras, una para tomar imágenes y otra para navegar por el terreno en tiempo real, de forma parecida a un automóvil autónomo. De nuevo, no hay tiempo para recibir órdenes desde la Tierra. A pesar de que es muy llamativa, la misión del Ingenuity se considera de «elevado riesgo, elevada recompensa». Esto quiere decir que si falla, la misión principal del Perseverance no se verá afectada fundamentalmente, pero si tiene éxito se abrirá increíbles posibilidades para la exploración de Marte en zonas donde no se puede acceder por tierra.