Las bacterias generan electricidad por la misma razón por la que respiramos oxígeno: para eliminar los electrones producidos durante el proceso de metabolismo y para apoyar la producción de energía. Mientras los animales y las plantas transfieren sus electrones al oxígeno dentro de las mitocondrias de las célula, las bacterias en ambientes sin oxígeno, incluido nuestro intestino, pero también en las cubas de fermentación de alcohol , en el queso y en las minas. En estos sitios las bacterias tienen que encontrar otro modo de llevar a cabo este proceso. Las bacterias que habitan las minas, “respiran” hierro o manganeso.

Precisamente allí y en el fondo de ciertos lagos, es donde los científicos han hallado bacterias que producen electricidad. Pero ahora, expertos de la Universidad de California en Berkeley, las han encontrado más cerca aún: en el intestino humano.

Los científicos, liderados por Dan Portnoy, descubrieron que una bacteria común causante de la diarrea, Listeria monocytogenes, produce electricidad usando una técnica completamente diferente de las bacterias electrogénicas conocidas y, por si fuera poco, cientos de otras especies usan este mismo proceso.

Muchas de estas bacterias son parte del microbioma intestinal humano y gran parte de ellos son patógenas. Las que causan gangrena (Clostridium perfringens) y las infecciones adquiridas en el hospital (Enterococcus faecalis) y algunas causantes de estreptococo también poducen electricidad. Otras bacterias electrogénicas, como los lactobacilos, son importantes en la fermentación del yogur. Los resultados se han publicado en Nature

«El hecho de que tantas bacterias que interactúan con los humanos, ya sea como patógenos o en probióticos o en nuestra microbiota o que participan en la fermentación de productos humanos, son electrogénicos, es algo que se había pasado por alto antes – concluye Portnoy en un comunicado –. Podría decirnos mucho sobre cómo estas bacterias nos infectan o nos ayudan a tener un intestino sano”.

El descubrimiento permitirá desarrollar tecnologías bioenergéticas para, por ejemplo, generar electricidad a partir de bacterias en plantas de tratamiento de residuos.

Juan Scaliter