La ola de calor mundial de este verano, hace de 2018 un año particularmente caluroso… y así serán los próximos cuatro años. Esa es la conclusión de un estudio dirigido por Florian Sévellec, y publicado en Nature Communications. Los resultados de la investigación muestran que, a nivel mundial, 2018-2022, puede ser un período aún más caliente de lo esperado .

El calentamiento causado por las emisiones de gases de efecto invernadero no es lineal y parece haber caducado a principios del siglo XXI, un fenómeno conocido como un hiato de calentamiento global. Sin embargo, gracias a un nuevo método para predecir las temperaturas medias desarrollado por el equipo de Sévellec,se deduce que los próximos años probablemente sean más calurosos de lo esperado.

El nuevo sistema no utiliza técnicas de simulación tradicionales, en su lugar, aplica un método estadístico para buscar simulaciones climáticas de los siglos 20 y 21 realizadas utilizando varios modelos de referencia para encontrar «análogos» de las condiciones climáticas actuales y deducir posibilidades futuras. La precisión y confiabilidad de este sistema demostró ser al menos equivalente a los métodos actuales.

El nuevo método predice que la temperatura media del aire puede ser anormalmente alta en 2018-2022, más que las cifras inferidas del calentamiento global antropogénico. En particular, esto se debe a una baja probabilidad de eventos fríos intensos. El fenómeno es aún más destacado con respecto a las temperaturas de la superficie del mar, debido a una alta probabilidad de eventos de calor que, en presencia de ciertas condiciones, pueden causar un aumento en la actividad de las tormentas tropicales.

Por el momento, el método solo arroja un promedio general, pero los científicos ahora quieren adaptarlo para hacer predicciones regionales y, además de las temperaturas, estimar las tendencias de precipitación y sequía.

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Juan Scaliter