Expertos de la Universidad de Edimburgo, liderados por Seth Grant, han creado un elaborado mapa de más de mil millones de conexiones de células cerebrales, un avance que permite comprender mejor cómo se forman y recuperan los recuerdos.

El estudio, publicado en Neuron, también mostró que los ratones criados para reflejar aspectos del autismo y la esquizofrenia mostraban alteraciones en los mapas. Esto podría abrir nuevas vías para comprender muchas enfermedades cerebrales diferentes. Para trazar el mapa, el equipo de Grant se centró en el espacio entre las células cerebrales, conocidas como sinapsis, que permiten el flujo de mensajes químicos y eléctricos y son vitales para el cerebro sano. Esta es la primera vez que ese mapa, llamado sinaptoma, se ha creado en todo el cerebro.

El equipo de Grant utilizó técnicas de vanguardia, que incluyen imágenes moleculares e inteligencia artificial, para observar las sinapsis en el cerebro de ratones. Gracias a secciones de tejido cerebral, diseñadas genéticamente, para emitir luz, fue posible ver las sinapsis individuales en color. Al etiquetar por color diferentes tipos de moléculas en cada sinapsis, fueron capaces de detectar un patrón de sinapsis en todo el cerebro.

De acuerdo con los autores la diversidad de las sinapsis puede ser clave para recordar información, ayudando al cerebro a localizar rápidamente los recuerdos a través de los patrones de su actividad. Este hallazgo podría ayudar a los científicos a comprender mejor cómo se desarrollan los problemas de memoria.

“Hay más sinapsis en el cerebro humano que estrellas en la galaxia – explica Grant en un comunicado –. El cerebro es el objeto más complejo que conocemos y el entendimiento sus conexiones a este nivel son un gran paso adelante para desentrañar sus misterios. Al crear el primer mapa de este tipo, nos llamó la atención la diversidad de sinapsis y los exquisitos patrones que forman. Este mapa abre una gran cantidad de nuevas vías de investigación que deberían transformar nuestra comprensión del comportamiento y la enfermedad cerebral”.

Juan Scaliter