La única persona que ha sufrido semejante accidente verificado, la estadounidense Ann Hodges, lo consiguió. Hodges estaba tumbada en su sofá cuando el meteorito atravesó el techo, rebotó en una radio e impactó en su muslo. Se recuperó pronto, pero entonces comenzaron los aprietos. Su casera reclamó el meteorito ante los tribunales porque un vecino que había hallado un fragmento mucho más pequeño se había comprado una casa y un coche tras venderlo.

En la imagen, personal del gobierno de EE. UU. busca el lugar donde cayó el meteorito que hirió a Ann Hodges, con él en sus manos.

Redacción QUO