Un equipo de astrónomos de universidades griegas y australianas ha logrado una hazaña difícil: determinar la estructura tridimensional de una nube interestelar, el sitio de nacimiento de las estrellas. El avance revela la verdadera estructura de la nube molecular Musca y también podría conducir a una mejor comprensión de la evolución de las nubes interestelares en general, lo que ayudará a los astrónomos a responder una vieja pregunta: ¿qué determina el número y el tipo de estrellas formadas en nuestra galaxia?

La reconstrucción de la estructura 3-D de las nubes interestelares ha sido un gran desafío, ya que los objetos astronómicos solo se pueden observar como proyecciones bidimensionales en el cielo. La determinación de la naturaleza 3-D de las nubes es fundamental para una mejor comprensión de los procesos que ocurren dentro de ellas. En el estudio publicado en Science, Aris Tritsis y Konstantinos Tassis, lograron reconstruir la estructura tridimensional completa de Musca gracias a sus estrías (patrones de rayas), formadas por la excitación de ondas magnetosónicas rápidas (ondas de presión magnéticas longitudinales): la nube está vibrando, como una campana que suena después de haber sido golpeada. Al analizar las frecuencias de estas ondas, los autores pueden producir un modelo de la nube, que muestra que Musca no es un filamento largo y delgado, como se pensaba, sino una vasta estructura. A partir de la reconstrucción tridimensional, los autores pudieron determinar la densidad de la nube.

Juan Scaliter