La erupción del volcán Eldgjá (Islandia) en el siglo X, se conoce como una inundación de lava: un tipo raro de erupción volcánica prolongada en la que enormes flujos de lava circulan por todo el paisaje. Islandia se especializa en este tipo de erupción; el último ejemplo ocurrió en 2015, y afectó la calidad del aire a 1400 kilómetros de distancia.
La inundación de lava Eldgjá afectó el sur de Islandia en la época de la colonización de la isla por los vikingos y celtas alrededor de 874, pero hasta ahora la fecha de la erupción ha sido incierta, lo que dificulta la investigación de sus posibles impactos. Fue un evento colosal con alrededor de 20 kilómetros cúbicos de lava en erupción, suficiente para cubrir toda Inglaterra hasta los tobillos.

Un equipo de científicos e historiadores medievales, dirigido por expertos de la Universidad de Cambridge, ha utilizado la información contenida en núcleos de hielo y en los anillos de árboles para señalar una erupción volcánica masiva que comenzó alrededor de la primavera de 939 y continuó al menos hasta el otoño de 940.
Habiendo fechado la erupción, los investigadores descubrieron que el poema medieval más famoso de Islandia, el Voluspá (La profecía de la vidente, un relato del final de los dioses paganos y la llegada de un dios nuevo y singular), describe la erupción y utiliza recuerdos de ella para estimular la cristianización de Islandia. Los resultados han sido publicados en Climate Change.

Las consecuencias de la erupción del Eldgjá, fueron una enorme neblina de polvo sulfuroso que se extendió por Europa y el clima se enfrió notablemente. En el año 940, el enfriamiento del verano fue más pronunciado en Europa Central, Escandinavia, las Montañas Rocosas de Canadá, Alaska y Asia Central, con temperaturas medias 2° C más bajas.
Los expertos también estudiaron las crónicas medievales para ver cómo el clima frío afectaba a la sociedad. El impacto fue generalizado. Desde el norte de Europa hasta el norte de China, la gente experimentó inviernos largos y duros y severas sequías entre primavera y verano. Plagas de de langostas y una alta tasa de mortalidad del ganado fueron otros efectos. El hambre no se estableció en todas partes, pero hay registros de escasez de alimentos y mortalidad en Alemania, Irak y China.

Por si fuera poco, el Voluspá da una impresión de cómo fue la erupción. Fechado en el 961, l poema describe una terrible erupción con explosiones ardientes iluminando el cielo, y el Sol oscurecido por gruesas nubes de ceniza y vapor: “El sol comienza a ponerse negro, la tierra se hunde en el mar, las estrellas brillantes se dispersan desde el cielo. El vapor chorrea con lo que nutre la vida, la llama vuela contra el cielo mismo”.
Los investigadores sugieren que estas líneas pueden haber tenido la intención de reavivar recuerdos desgarradores de la erupción para estimular el cambio religioso y cultural masivo que tuvo lugar en Islandia en las últimas décadas del siglo X.

Juan Scaliter