El sorgo es un cultivo muy antiguo en España, anterior al maíz y a nivel mundial se utiliza tanto como alimento para ganado como para consumo humano.
Los resultados de un reciente estudio, publicado en Nature Communications (MSD1 regulates pedicellate spikelet fertility in sorghum through the jasmonic acid pathway), demuestran que una simple modificación genética puede triplicar el número de granos de sorgo. Los responsables del hallazgo, liderados por Doreen Warey Zhanguo Xin, han descubierto que reduciendo el nivel de una hormona clave, se generan más flores y más semillas. Su descubrimiento apunta hacia una estrategia para aumentar significativamente el rendimiento de otros cultivos de granos.

La investigación se centró en cepas de sorgo de alto rendimiento, generadasen 2015 por Xin. Los expertos hallaron que una mutación genética desconocida introducida por mutagénesis química (un método utilizado por criadores e investigadores durante muchas décadas para inducir variaciones genéticas en las plantas), daba como resultado un aumento en el número de semillas que producía cada planta.

Al igual que muchos otros cereales, los granos de sorgo se producen en racimos de flores que se desarrollan a partir de una estructura ramificada en la parte superior de la planta llamada panícula. Cada panícula puede producir cientos de flores, pero hay dos tipos de estas y generalmente solo una, conocida como espiguilla sésil, es fértil. El otro tipo de flor, llamado espiguillas pediceladas, no produce semillas. Sin embargo, en las plantas modificadas que produjo Xin tres años atrás, ambas produjeron semillas, triplicando el número de granos de cada planta.

Para comprender qué provocó este cambio, los autores secuenciaron el genoma de las plantas de sorgo modificadas y descubrieron que las mutaciones clave afectaban a un gen que regula la producción de hormonas. Las plantas portadoras de la mutación producen niveles anormalmente bajos de una hormona reguladora del desarrollo llamada ácido jasmónico, que evita que las espiguillas pediceladas produzcan semillas. Así, cuando la hormona está en niveles bajos es posible obtener semillas de ambas flores. Ahora que el equipo ha descubierto los cambios biológicos que triplican la producción de granos de sorgo, esperan aplicar la misma estrategia para aumentar la producción de granos en otras que son vitales en el suministro mundial de alimentos, como el arroz, el maíz y el trigo.

Juan Scaliter