Un nuevo estudio, publicado en Scientific Reports y realizado por expertos de la Universidad Nacional de Australia (ANU), afirma que algunos de los componentes básicos de edificios tan icónicos como el Pentágono, el Empire State Building, el Palacio de Buckingham, el Museo Británico o la Catedral de San Pablo, fueron creados por microbios que vivieron hace al menos 200 millones de años.

El material, conocido como piedra caliza oolítica, está compuesto casi por completo de esferas de carbonato de tamaño milimétrico llamadas ooides u oolitos. Hasta ahora se creía que los ooides tenían un origen sedimentario, pero el equipo de científicos, liderados por Bob Burne, descubrió un origen distinto. “Hemos propuesto una explicación radicalmente diferente para el origen de los ooides que explica sus características definitivas – señala Burne en un comunicado –. Se trata de capas concéntricas de microbios mineralizados. Nuestra investigación ha resaltado otro papel vital que juegan los microbios en la Tierra y en nuestras vidas”.

Hay diferentes tipos de calizas oolíticas, formadas en todos los períodos geológicos y presentes en todo el mundo. Incluso en España, donde se han utilizado para construir secciones de la Catedral de la Almudena, la de Cádiz y la de Oviedo, entre otras.
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“Muchas calizas oolíticas forman excelentes piedras de construcción – concluye Burne –, porque son fuertes y ligeras. La oolita del Mississipi, encontrada en Indiana en los Estados Unidos, se ha utilizado para construir partes del Pentágono en Virginia y secciones del Empire State Building en la ciudad de Nueva York.Nuestros hallazgos podrían ayudar a comprender mejor los efectos del cambio climático pasado”.

Juan Scaliter