Las personas sedentarias de mediana edad pueden reducir o revertir el riesgo de insuficiencia cardíaca asociado con los años de sedentarismo, si participan de dos años de una rutina de ejercicio aeróbico, según afirma un nuevo estudio publicado en Circulation de la American Heart Association.

Los participantes del estudio que realizaron ejercicios aeróbicos tuvieron mejoras significativas en la forma en que su cuerpo usó oxígeno y su rigidez cardíaca disminuyó. Los ejercicios aeróbicos, como caminar, nadar, correr y otras rutinas que fortalecen el corazón y otros músculos, ayudan al cuerpo a usar el oxígeno de manera efectiva.

«La clave para tener un corazón más saludable en la mitad de la vida – explica Benjamin D. Levine, autor principal del estudio, en un comunicado – es la dosis correcta de ejercicio, en el momento correcto de la vida. Nuestros resultados muestran que la dosis óptima es de cuatro a cinco veces por semana, y el momento ideal para alcanzar esto es a mediados de los 40 años. El resultado de esta práctica fue una reversión de décadas de un estilo de vida sedentario”.

El equipo de Levine analizó el corazón de adultos sanos, pero sedentarios, de 45 a 64 años. Un grupo de voluntarios participó de un programa de ejercicios aeróbicos de intensidad alta y moderada cuatro o más días a la semana, mientras que el otro fue asignado a un grupo de control, que realizó entrenamientos de yoga, de equilibrio y de pesas tres veces por semana durante dos años.

«Descubrimos que hacer ejercicio solo dos o tres veces a la semana no ayudaba mucho a proteger el corazón contra el envejecimiento – concluye Levine –. Pero hacer ejercicio cuatro o cinco veces por semana era casi tan efectivo para prevenir el envejecimiento cardíaco sedentario como el ejercicio más extremo de los atletas de élite. También descubrimos que el momento ideal en la vida para levantarse del sillón y comenzar a hacer ejercicio es a finales de la edad mediana, cuando el corazón todavía tiene cierta plasticidad”.

Juan Scaliter