Un grupo internacional de microbiólogos ha publicado un estudio en mBio en el que muestran cómo la bacteria Chromobacterium piscinae produce cianuro cuando es atacada por Bdellovibrio bacteriovorus HD100, un depredador microbiano que ingiere a su presa desde dentro hacia fuera. Los investigadores descubrieron que la presa producía niveles de cianuro lo suficientemente altos como para inhibir, pero no matar, al B. bacteriovorus HD100.
Los experimentos mostraron que C. piscinae produce el cianuro protector en un “caldo” rico en nutrientes, pero cuando estos nutrientes no estaban disponibles, la bacteria perecía. Según un comunicado, los investigadores sospechan que la bacteria probablemente usa algún ingrediente del caldo para producir el cianuro. Esto implica que las defensas de una bacteria pueden depender de la ubicación, y, de manera más general, que pueden albergar mecanismos de protección que se manifiestan en algunos entornos, pero no en otros.
“Estudiar tales mecanismos puede llevar a los científicos a comprender mejor cómo algunas bacterias patógenas se protegen contra los antibióticos – explica el líder del estudio Robert Mitchell –.La resistencia puede estar presente, pero no la estamos encontrando porque no estamos buscando las condiciones adecuadas. Este estudio es como una especie de advertencia. Para entender cómo los gérmenes pueden resistir el tratamiento, debemos analizar las condiciones reales en el huésped».
El grupo ahora planea observar cómo otras bacterias depredadoras responden al cianuro, así como a otros factores que pueden potencialmente inhibir o afectar negativamente la actividad predatoria en los microbios.

Juan Scaliter