En el estudio más grande y más riguroso de este tipo realizado hasta la fecha, un equipo de investigadores liderado por Dawn Hershman, de SWOG (Southwest Oncology Group) descubrió que la acupuntura reduce significativamente el dolor articular debilitante experimentado por decenas de miles de mujeres cada año mientras reciben tratamiento para cáncer de mama en etapa temprana. El estudio se presentará en el Simposio de Cáncer de Mama de San Antonio

Los expertos realizaron un ensayo aleatorizado, ciego y multicéntrico, conocido como S1200, para evaluar si la acupuntura es efectiva para aliviar el dolor causado por los inhibidores de la aromatasa, un tratamiento común para cánceres de mama sensibles a hormonas. El tratamiento eficaz de este dolor, sin el uso de opioides u otros fármacos con efectos secundarios y posibilidad de crear adicción, es una de las principales prioridades de la investigación del cáncer. Decenas de miles de mujeres al año son tratadas con inhibidores de la aromatasa (AI), que detienen la producción de estrógeno. A algunas mujeres se les aconseja tomar estas píldoras diariamente, a veces durante 10 años. Pero esta terapia tiene un efecto secundario hasta en el 50% de las pacientes: experimentan dolor y rigidez en las articulaciones. Esto afecta las rodillas, las caderas, las manos y las muñecas, y hace que sea difícil caminar, sentarse, subir escaleras y realizar tareas sencillas, como escribir o conducir.

“Algunos de mis pacientes – explica Hershma en un comunicado –tienen dificultades para levantarse de la silla. Como resultado, sin buenas opciones de tratamiento para su dolor y rigidez, muchas mujeres detienen su tratamiento del cáncer. Esta es probablemente la razón más comúnmente citada por la cual los pacientes con cáncer dejan de tomar la medicación para la IA. Queremos que las mujeres continúen su tratamiento contra el cáncer y tengan una buena calidad de vida”.

El estudio contó con un total de 226 pacientes de 11 centros oncológicos de todo Estados Unidos y los voluntarrio formaron parte de uno de los tres grupos. Uno recibió acupuntura real, otro simulada, un método en el que se insertan agujas de forma superficial en diferentes lugares no terapéuticos del cuerpo. Finalmente,el último grupo no recibió tratamiento alguno.
Los dos primeros grupos recibieron tratamientos dos veces por semana durante seis semanas, luego un tratamiento de mantenimiento semanal durante otras seis semanas. Los pacientes informaron sobre su percepción del dolor antes, durante y después del tratamiento.
Los resultados mostraron que, en promedio, los pacientes que recibieron acupuntura real experimentaron menos dolor. El alivio del mismo permaneció durante 24 semanas.

Juan Scaliter