La afirmación sorprende: dos nuevos estudios, publicados en Journal of Neurology Neurosurgery & Psychiatry, señala que el matrimonio puede reducir el riesgo de desarrollar demencia.
La investigación indican que aquellos que nunca han tenido parejas estables y quienes han perdido a su cónyuge décadas atrás, tienen un mayor riesgo de desarrollar demencia…aunque ya no es tan grave como años atrás, reconocen los investigadores.

Los expertos, liderados por Christopher Chen y Vincent Mok, basan sus conclusiones en los datos de 15 estudios publicados hasta finales de 2016. Estos analizaron el papel potencial del estado civil en el riesgo de demencia e involucraron a más de 800.000 participantes de Europa, América del Norte, América del Sur y Asia.
El análisis conjunto de los datos mostró que, en comparación con los que estaban casados, quienes nunca contrajeron matrimonio tenían un 42% más de probabilidades de desarrollar demencia. Mientras que en los viudos la cifra era del 20% (proporción que se reducía si se tenía en cuenta el nivel educativo: a mayor educación, menos incidencia de demencia). Parte de este riesgo podría explicarse por una peor salud física entre personas solteras de por vida, sugieren los autores.

Sin embargo, los estudios más recientes, que incluyeron personas nacidas después de 1927, indicaron un riesgo del 24%, lo que sugiere que la proporción pudo haber disminuido con el tiempo, aunque no está claro aún el motivo. Una posibilidad es que el duelo probablemente aumente los niveles de estrés, un estado asociado con la deficiencia en la señalización nerviosa y las capacidades cognitivas.
Para los autores, el matrimonio puede ayudar a ambos cónyuges a tener estilos de vida más saludables, incluyendo hacer más ejercicio, llevar una dieta saludable y fumar y beber menos, todo lo cual se ha asociado con un menor riesgo de demencia. Las parejas también pueden teneruna vida social más activa que las personas solteras, un factor que se ha relacionado con una mejor salud y un menor riesgo de demencia.

“Si se agrega el estado civil a la lista de factores de riesgo modificables para la demencia – señalan los responsables del estudio –, el desafío es encontrar cómo estos resultados pueden afectar a las políticas de prevención de la demencia”.

Juan Scaliter