Según un nuevo estudio publicado en American Journal of Preventive Medicine, los niños y adolescentes estadounidenses que no beben agua del grifo, que generalmente está fluorada, tienen muchas más probabilidades de tener caries en los dientes. Pero al mismo tiempo los análisis confirma que aquellos que sí beben agua del grifo tienen más probabilidades de tener niveles elevados de plomo en sangre.
El temor público sobre los peligros del agua contaminada con plomo ha aumentado desde 2014, después de que el río Flint (Michigan) se convirtiera en la fuente de agua potable de la ciudad homónima. Las aguas de este río no estaban tratadas y el problema afecto a más de 100.000 residentes que aún hoy deben beber, cocinar y en algunos casos hasta bañarse con agua embotellada. Así que no es extraño que en Estados Unidos exista una desconfianza al agua del grifo.

De acuerdo con el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), agregar flúor al suministro de agua ha reducido drásticamente la prevalencia de caries en los últimos 70 años. Sin embargo, en el período entre 2011 y 2012, afectó a los dientes del 23% de los niños en edad preescolar de EE. UU.

Los autores del estudio, liderados por Anne E. Sanders, analizaron una muestra representativa a nivel nacional de casi 16.000 niños y adolescentes de entre 2 y 19 años que participaron en la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) de 2005 a 2014.
Según los resultados de este estudio, casi el 3% de los niños y adolescentes tenían niveles elevados de plomo en la sangre y el 49,8% tenían caries.

«Los niveles elevados de plomo en la sangre afectan solo a una pequeña minoría de niños – explica Sanders en un comunicado –, pero las consecuencias para la salud son profundas y permanentes y afectan a uno de cada dos niños, y sus consecuencias, como el dolor de muelas, son inmediatos y costosos de tratar. Nuestro estudio llama la atención sobre un compromiso fundamental para los padres: los niños que beben agua del grifo es más es probable que tenga niveles elevados de plomo en la sangre, sin embargo, los niños que evitan el agua del grifo tienen más probabilidades de sufrir caries dentales. La fluoruración del agua comunitaria beneficia a todas las personas, independientemente de sus ingresos o capacidad de obtener atención dental de rutina”.

Redacción QUO