Hasta ahora se conocían oficialmente dos especies de orangutanes: el Pongo abelii, que vive en la isla de Sumatra, y el Pongo pygmeaeus, endémico de Borneo. En 1997, investigadores de la Universidad Nacional de Australia, descubrieron una población aislada de orangutanes en Batang Toru, en Tapanuli, norte de Sumatra, pero nunca se los estudió de un modo que permitiera pensar que eran una nueva especie. Eso ha cambiado. Un equipo de investigación internacional ha establecido que estos orangutanes son en realidad una tercera especie distinta, Pongo tapanuliensis. Los resultados, publicados en Current Biology (Morphometric, behavioral, and genomic evidence for a new orangutan species), constituyen el estudio genómico más grande de orangutanes salvajes hasta la fecha.

Los primeros indicios de la singularidad de la población de Tapanuli provienen del material esquelético de un orangután macho adulto que fue asesinado en 2013. Al comparar su cráneo con el de otros orangutanes, ciertas características, como los dientes, resultaron ser claramente diferentes.
«Cuando nos dimos cuenta de que los orangutanes de Tapanuli eran morfológicamente diferentes de todos los otros orangutanes – explica Michael Krützen, autor principal del estudio en un comunicado –, las piezas del rompecabezas encajaron en su lugar. Graciasa los resultados del estudio anterior, combinados con la nueva secuenciación del genoma de 37 orangutanes,nos señalaban que había tres linajes evolutivos muy antiguos entre todos los orangutanes, a pesar de que solo había dos especies descritas”.

Los datos fueron confirmados también gracias a un modelo computarizado para reconstruir la historia evolutiva de los tres grupos. Según los cálculos la población de Tapanuli parece haberse aislado entre 10.000 a 20.000 años atrás. “La línea evolutiva más antigua del género Pongo – añade Alexander Nater, coautor del estudio – se encuentra en realidad en los orangutanes Tapanuli, que parecen ser descendientes directos de la primera población de Sumatra en el archipiélago de Sunda”.
Una encuesta reciente llevada a cabo de forma independiente por científicos indonesios e internacionales indicó que no quedan más de 800 individuos de la población de Tapanuli, por lo que es la especie de gran simio en mayor riesgo de extinción.
«Es muy emocionante descubrir una nueva especie de gran simio en el siglo XXI – concluye Krützen – pero ahora todos los esfuerzos de conservación deben enfocarse en proteger el medio ambiente de la especie”.

Juan Scaliter