Un grupo de investigadores, liderados por Love Dalen, han estudiado 98 especímenes de mamuts lanudos recogidos en varias partes de Siberia y han descubierto que los restos fosilizados provienen con mayor frecuencia, 7 de cada 10, de machos de la especie. Esta proporción, deducen los autores en un estudio publicado en Current Biology, se debe a que los machos jóvenes e inexpertos, viajaban a menudo solos y morían cayendo en trampas naturales.
«La mayoría de los huesos, colmillos y dientes de mamuts y otros animales de la Edad de Hielo no han sobrevivido – explica Dalen en un comunicado –. Es muy probable que los restos hallados en Siberia se hayan conservado porque han sido enterrados y, por lo tanto, protegidos de la intemperie. Los nuevos hallazgos implican que los mamuts murieron más a menudo de un modo que les enterró, por ejemplo, cayendo en grietas, quedando atrapados en la nieve o atascándose en pantanos”.

Los científicos señalan que probablemente los mamuts lanudos vivían de manera similar a los elefantes modernos, con grupos de hembras y elefantes jóvenes dirigidos por una hembra adulta con experiencia. Por el contrario, sospechan que los mamuts machos, igual que los elefantes, habitualmente forman grupos de solteros o se desplazan solos, lo que constituye un comportamiento más arriesgado.
«Sin el beneficio de vivir en una manada dirigida por una hembra con experiencia – concluye Dalen –, los mamuts macho pueden haber corrido un mayor riesgo de morir en trampas naturales como pantanos, grietas y lagos”. Los hallazgos, según los autores afirman en el estudio, destacan la utilidad de los restos fósiles para hacer inferencias sobre la socioecología y el comportamiento de animales extintos.

Juan Scaliter