De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud, cerca de un tercio de la población mundial está infectada por el bacilo de la tuberculosis, pese a ello, solo una pequeña proporción de los infectados enfermará de tuberculosis. En 2015 casi un millón y medio de personas murieron por tuberculosis.

Así, el diagnóstico temprano de la tuberculosis puede permitir que los pacientes reciban la medicina que necesitan y también ayudar a prevenir la propagación de la enfermedad. Pero en áreas de recursos limitados, los requisitos de equipos y los largos tiempos de espera para los resultados, son un importante obstáculo. Para resolver este problema, un grupo de científicos de la Universidad de Taiwan, liderados por Chien-Fu Chen, ha desarrollado un sistema de detección de tuberculosis que utiliza papel y puede ser leído con un smartphone.
Los resultados se han publicado en ACS Sensors.

El equipo de Chen combinó nanopartículas de oro con secuencias de ADN fluorescente, capaces de unirse al material genético de la Mycobacterium tuberculosis, la bacteria que causa la tuberculosis. Estas nanopartículas se “imprimen” en un dispositivo construido a partir de papel. Basta una cantidad mínima de ADN de M. tuberculosis, para que las nanopartículas cambien de color en una hora. La cámara de un smartphone permite determinar la concentración bacteriana. Los investigadores también probaron el dispositivo con una muestra de tejido de un paciente infectado para demostrar que la prueba seguía siendo efectiva aún sin llevarse a cabo en un laboratorio.

Juan Scaliter