De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, 7 millones de personas mueren prematuramente cada año debido a la contaminación del aire. Las partículas presente en el aires que respiramos, una mezcla de partículas sólidas y líquidas, contribuyen de manera importante a la contaminación del aire. Y la OMS señala que las más pequeñas, 2,5 micrómetros o menos, están vinculadas a diferentes tipos de cáncer.
Actualmente, las pruebas de calidad del aire se realizan con más frecuencia en estaciones de muestreo de aire, las cuales están reguladas por las agencias ambientales de cada país. Pero esas instalaciones suelen utilizar instrumentos cuyo valor asciende a € 100.000, requieren mantenimiento habitual y personal especializado. En el extremo opuesto se encuentran los contadores de partículas portátiles, que cuestan una centésima parte, pero son menos precisos y no pueden procesar grandes volúmenes de aire rápidamente.

Ahora, un grupo de investigadores de la Universidad de California, Los Ángeles, liderados por Aydogan Ozcan, ha desarrollado un dispositivo móvil para medir la calidad del aire. El dispositivo, denominado c-Air, es tan preciso como los equipos de gama alta, pero podría costar decenas de miles de euros menos. Es capaz de capturar 6,5 litros de aire en 30 segundos y genera imágenes de las partículas en el aire gracias a su microscopio holográfico del tamaño de un microchip conectado a un smartphone. A través de un servidorremoto, las partículas son analizadas mediante un algoritmo de aprendizaje automático para saber sus potenciales riesgos.

Los investigadores sugieren que debido a la capacidad de aprendizaje de la máquina c-Air, puede adaptarse rápidamente para detectar partículas específicas en el aire, como diferentes tipos de polen o moho. El estudio ha sido publicado en Light: Science and Applications .

Juan Scaliter