Un grupo de ingenieros de la Universidad de Stanford, liderados por Michael McGehee, ha desarrollado unas ventanas “inteligentes” que pueden cambiar de transparente a opaco o de este a transparente en menos de un minuto y no se degradan con el tiempo.
Básicamente son placas de vidrio conductor con iones metálicos que, en respuesta a una corriente eléctrica, se extienden sobre la superficie, bloqueando la luz. El estudio ha sido publicado en la revista Joule,especializada en investigación energética y tecnología verde.
Esta tipo de ventanas tienen el potencial de transformar nuestros hogares, negocios, automóviles, reduciendo los costos de calefacción y refrigeración o la necesidad de persianas. Pese a que este tipo de tecnología ya está a la venta, estos materiales tienden a ser caros, pueden tardar más de 20 minutos en atenuarse, y se vuelven menos opacos con el tiempo.

«No modificamos lo que estaba ahí – explica McGehee en un comunicado –, lo que hicimos fue desarrollar una solución completamente diferente. En algunos momentos hemos pensado, “¿cómo es posible que hayamos hecho algo que funcione tan bien, tan rápidamente”, y ahora estamos utilizando esta tecnología para ampliar cubrir diferentes sectores”.
Cuando son transparentes, las ventanas son claras y permiten que cerca del 80 por ciento de la luz natural pase, pero al oscurecerse solo pasa el 5%. Los investigadores repitieron el ciclo más de 5.000 veces y no detectaron ningún cambio en las propiedades del material. Sin embargo, aún queda trabajo por hacer antes de aumentar la producción.

«Estamos emocionados porque la tecnología tiene el potencial de optimizar la iluminación en las habitaciones o vehículos, ahorrar un 20% en los costos de calefacción y refrigeración, e incluso cambiar la forma en que la gente usa gafas de sol “, concluye McGehee.

Juan Scaliter