En el siglo XVII la esperanza de vida no sobrepasaba de los 40 años en los países con la población más longeva. De hecho, un siglo atrás, en España, ese seguía siendo el límite, según datos de un estudio realizado por Max Roser y en el que es posible ver, país a país, la evolución en este ámbito.
“Es difícil de predecir – señala Siegfried Hekimi en un comunicado –. Hace trescientos años, muchas personas vivían apenas unas décadas y si les hubiéramos dicho que un día la mayoría de los seres humanos podrían vivir hasta 100, dirían que estamos locos”.

Hekimi es un expertode la Universidad McGill y uno de los autores de un reciente estudio publicado en Nature en el que se ha analizadoa los individuos con mayor longevidad en EE. UU., Reino Unido, Francia y Japón desde 1968 cada año. Si bien un trabajo también publicado en Nature señalaba que el límite eran los 115 años, Hekimi no encontró evidencia de ello y “de existir un máximo todavía no se ha alcanzado o identificado”, explica el autor principal.

En 1900, una persona nacida en España podía esperar vivir 35 años, 20 años más tarde la cifra había aumentado a 39,2 años y en 1950 ya estaba por encima de los 60 años.
“Simplemente no sabemos cuál podría ser el límite de edad, – concluye Hekimi – de hecho, al extender las líneas de tendencia, podemos mostrar que la esperanza de vida máxima y promedio, podría seguir aumentando en el futuro previsible.Es imposible predecir cómo podría ser el futuro. Algunos científicos sostienen que la tecnología, las intervenciones médicas y las mejoras en las condiciones de vida contribuirán a llevar cada vez más lejos nuestra longevidad”.

Juan Scaliter