Seguro que a muchos de vosotros os ha ocurrido la siguiente situación. Tenéis un viaje entre manos y el tiempo se os echa encima. Llegáis tarde y comenzáis una carrera vertiginosa con vuestra maleta de mano a toda prisa para coger un tren, un avión o un autobús, pero parece que ella no quisiera seguiros el camino: se tambalea de manera brusca, no acaba de seguir una dirección concreta y muchas veces acaba volcándose. Pero, ¿por qué ocurre?

Científicos franceses han testado varias maletas sobre una cinta de correr para comprobar por qué se mueve tanto a velocidades rápidas. Tras desarrollar una serie de ecuaciones han dado con la solución de este acertijo de la física diaria, el cual se ha publicado en la revista británica Proceedings of the Royal Society of London A. Según apuntan, cuando nuestra maleta comience a dar bandazos es preferible acelerar nuestro movimiento en lugar de ralentizarlo, de esta forma se rebaja la amplitud de las oscilaciones.

Si hablamos en términos técnicos, la inestabilidad mecánica que sufre la maleta se debe principalmente al hecho de que existe un acoplamiento entre el movimiento de traslación de la misma con el de rotación de las ruedas, las cuales a su vez están fijas en una vara.

Según los científicos, esta situación no debería ser un problema para un usuario habituado a llevar maletas, pero sí que es cierto que si los resultados descubiertos se trasladan a escenarios más complejos, como un tráiler que lleva un remolque o un coche con una caravana, puede acarrear complicaciones mayores. Y es interesante conocerlo para evitar, por ejemplo, vuelcos inesperados.

Así que a partir de ahora, ya sabéis, si vais con prisa y tenéis que correr, hacedlo lo más rápido que podáis y así no tendréis que sufrir las consecuencias.

Fuente: BBC

Alberto Pascual García