La base de exoplanetas de la Nasa señala que hasta la fecha se han descubierto unos 3.486 exoplanetas, pero se sabe muy poco de sus atmósferas, especialmente de aquellos más pequeños que Júpiter.
Sin embargo, la composición de la atmósfera de un planeta puede proporcionar información importante sobre cómo se formó. Las atmósferas de los planetas con una masa similar a la de Neptuno (unas 17 veces mayor que la de la Tierra) podrían haber surgido de muchas formas diferentes, lo que produciría una amplia gama de composiciones atmosféricas.

Ahora, un grupo de expertos, liderados por Hannah R. Wakeford, han analizado cuatro observaciones recientes del Telescopio Espacial Hubble y dos observaciones anteriores del Telescopio Espacial Spitzer, del exoplaneta HAT-P-26b, a unos 436 años luz de la Tierra. Sus conclusiones, publicadas en Science, señalan que HAT-P26b contiene signos claros de agua en su atmósfera. Conseguir medir la abundancia de agua atmosférica permite a los expertos deducir la proporción de elementos más pesados que el hidrógeno y el helio en la atmósfera.
Los resultados de esta medición mostraron que este exoplanetatiene una proporción menor de lo esperado en cuanto a dichos elementos. Esto sugiere que HAT-P-26b obtuvo su atmósfera gaseosa al final de su proceso de formación, un descubrimiento que ayudará a comprender mejor cómo varía la composición atmosférica entre exoplanetas con diferentes masas.

Juan Scaliter