El género Hyaenodon (diente de hiena) engloba algunas de las especies de mamíferos carnívoros más grandes que han existido: llegaban a tener el tamaño de un rinoceronte. Pese a su nombre, no están emparentados con las hienas. Son los antepasados de los grandes depredadores del continente africano, aunque también habitaron Europa, Asia y el norte de América. Entre los registros más antiguos conocidos, se encuentran los de África y la Península Arábiga, lo que los convierte en clave para comprender su evolución.

Ahora, un grupo de expertos, liderados por Matthew Borths, de la Universidad de Ohio han hallado el fósil de una especie desconocida que vivió 34 millones de años atrás en lo que hoy es Egipto. Bautizado Masrasector nananubis (en honor a Anubis, el dios egipcio de la muerte), tenía el tamaño de una mofeta.
“Desenterramos un importante número de cráneos – explica Borths –, muchas mandíbulas completas y algunas piezas del esqueleto. Tener un material tan completo de tantos especímenes significa que el Masrasector será una especie clave para desvelar la evolución de los hyaenodones y para comprender la evolución de los mamíferos carnívoros. Lo que si hemos descubierto es que era muy rápido. De hecho lo hyaenodon estaban en la cúspide de los depredadores de África”.

Toda la nueva información permitirá convertir al Masrasector nananubis en una base comparativa para comprender la evolución de estos animales que eran de los más temidos entre la desaparición de los dinosaurios y el surgimiento de los antepasados de hienas, perros y gatos. El estudio ha sido publicado en Plos One.

Juan Scaliter