Más de 250 millones de años atrás, un gran grupo de reptiles conocidos como los arcosaurios se diversificaron en dos ramas, en una de ellas estaban los dinosaurios y las aves modernas y en la otra los cocodrilos. Cómo eran los parientes de ambas ramas es algo que los científicos se han preguntado durante décadas. Y hasta ahora la mayoría había asumido que se parecerían a dinosaurios en miniatura, del tamaño de una gallina y que caminaban sobre dos patas.
En 1933, en Tanzania, el paleontólogo F. Rex Parrington descubrió los huesos de un extraño dinosaurio. Durante años, Alan J. Charig, responsable del área de fósiles de reptiles, anfibios y aves del Museo de Historia Natural de Londres, estudió los restos. Pero debido a que aquel ejemplar carecía de huesos cruciales, como los del tobillo, Charig nunca pudo determinar si era un pariente de los primeros cocodrilos o de los dinosaurios. Aún así, lo bautizó Teleocrater rhadinus.

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Crédito imagen: Gabriel Lio, Museo Argentino de Ciencias Naturales

Dos años atrás, un equipo internacional, formado por expertos de las universidades de Virginia, Birmingham, Washington, del Museo Argentino de Ciencias Naturales y el Museo Field de Historia Natural entre otros, descubrió en Tanzania, otro fósil del Teleocrater rhadinus. Y en esta ocasión sí contaban con aquellos cruciales huesos. Los científicos analizaron los restos y, en un estudio publicado en Nature, señalan que se trata de un dinosaurio carnívoro que podía medir más de tres metros de largo, con un cuello y una cola largos y, en lugar de caminar sobre dos patas lo hacía sobre cuatro, como los ancestros de los cocodrilos. Así el Teleocrater rhadinus se convirtió en uno de los miembros más antiguos de la rama de las aves de los arcosaurios.
«El descubrimiento de una especie tan importante – señala Sterling Nesbitt, uno de los autores en un comunicado –es una experiencia única en la vida. Este hallazgo cambia fundamentalmente nuestras ideas sobre la historia más temprana de los parientes de los dinosaurios. Pero al mismo tiempo plantea muchas más preguntas de las que responde”.

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Crédito imagen: Gabriel Lio, Museo Argentino de Ciencias Naturales.

El Teleocrater rhadinus y otros primos de los dinosaurios recientemente descubiertos demuestran que estos animales estaban muy extendidos durante el período Triásico: habitaron en la actual Rusia, India y Brasil.
«Esta investigación – concluye Judy Skog, coautora del estudio – arroja luz sobre la distribución y diversidad de los antepasados de los cocodrilos, pájaros y dinosaurios e indica que los orígenes de los dinosaurios deben ser reexaminados ahora que sabemos más sobre la compleja historia y los rasgos de estos primeros antepasados. Es muy emocionante resolver rompecabezas como el Teleocrater, donde finalmente podremos separar algunas de estas complicadas mezclas de fósiles y arrojar algo de luz sobre tendencias anatómicas y biogeográficas más amplias en un grupo icónico de animales”.

Juan Scaliter