Treinta millones de años antes de que los seres humanos descubrieran la agricultura, bajo la superficie del planeta, ya existían enormes sistemas agrícolas. Se trataba de granjas subterráneas que producían diversos tipos de hongos cultivados por colonias de hormigas.
De acuerdo con un estudio, publicado en Proceedings of Royal Society, todo comenzó cuando las hormigas comenzaron a vivir en climas secos, donde los hongos de los que se alimentaban no podían sobrevivir por sí mismos. Los insectos les proporcionaban agua y los hongos se hicieron tan dependientes que muchos de ellos ya no se encuentran más que en los hormigueros.

Los expertos, liderados por Ted Schultz, realizaron un análisis genético de 119 especies de hormigas: 78 de las cuales cultivaban hongos.La investigación demostró que las hormigas agrícolas comienzan nuevas granjas de hongos cuando la hija de una reina deja el nido de su madre para irse a su propio nido y lleva con ella parte de la cosecha y algunos miembros de la colonia.

“Estas sociedades agrícolas – explica Schultz en un comunicado – han estado practicando la agricultura sostenible a escala industrial durante millones de años. Estudiar su dinámica y cómo han evolucionado sus relaciones con sus socios fúngicos, puede ofrecer lecciones importantes para nuestras propias prácticas agrícolas. Las hormigas han establecido una forma de agricultura que proporciona todo el alimento necesario para sus sociedades utilizando un solo cultivo que es resistentes a enfermedades, plagas y sequías a una escala y nivel de eficiencia que rivaliza con la agricultura humana”.

Juan Scaliter