A menudo damos por sentado, al hablar de la vida vegetal, que la fotosíntesis está implícita. Sin embargo, algunas especies optan por vivir una existencia parasitaria, uniéndose a hongos y explotándolos para obtener nutrientes. Estas plantas se conocen como micoheterótrofos (literalmente que se alimentan de hongos). El hecho de no depender de la fotosíntesis tiene ventajas y desventajas. Por ejemplo no precisan alzarse muy alto sobre el suelo, lo que dificulta que los científicos las encuentren y solo “aparecen” durante el breve período en el que se produce la floración.

Además, muchas de las especies son pequeñas, por lo que son muy difíciles de encontrar. Incluso en Japón, uno de los países más avanzados del mundo en documentar su flora, muchas micoheterótrofos aún no se han clasificado. Y precisamente esta es una de las tareas del profesor de la Universidad de Kobe, Kenji Suetsugu. Este experto ha liderado un equipo que ha descubierto dos nuevas especies de plantas parasitarias en la isla de Okinawa. La primera de ellas fue bautizada como Gastrodia nipponicoides, alcanza 3-6cm en altura con entre 1 y 4 flores marrones que miden unos 15 milímetros. La segunda recibió el nombre de Gastrodia okinawensis. Es más alta que la anterior ya que alcanza los 17 cm y sus flores (de un tono marrón) son ligeramente más grandes, unos 20 mm.

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Gastrodia okinawensis. Crédito imagen: Kenji Suetsugu

La investigación, publicada en Phytotaxa, reveló que ambas especies están relacionadas con la Gastrodia nipponica, miembro de la familia de las orquídeas, pero se diferencian de esta en los “labios” de sus pétalos y en la columna (un órgano que se encuentra en las orquídeas y en donde se unen el estambre y el pistilo).
Los micoheterótrofos viven una existencia parasitaria, lo que significa que sólo pueden sobrevivir en ecosistemas ricos y estables con recursos de sobra. Por ello, su existencia es evidencia de ecosistemas subterráneos de gran alcance que incluyen una red de hongos que no pueden ser observados a simple vista. Encontrarlas es ver la punta de un iceberg que oculta un rico mundo de vida subterránea.

Juan Scaliter