Después de 170 años de debate jurídico (el más largo de la historia de Nueva Zelanda), el gobierno de este país ha dado estatus de persona legal al río Whanganui. Esto significa que, a partir de ahora, puede ser representado ante la justicia por un representante legal del gobierno neocelandés y uno maorí.
La decisión, la primera de su tipo en el mundo, combina precedentes legales occidentales con la historia y la cultura del pueblo maoría y le otorga al Whanganui, el tercer río más largo del país, derechos y obligaciones. El gobierno neocelandés ha destinado un fondo de unos 40 millones de euros por lo daños provocados y ha destinado también una importante suma para protegerlo.
Si bien la medida puede sonar extraña, para los locales es un concepto completamente normal. El diputado Adrian Rurawhe, uno de los miembros maoríes del parlamento, afirmaba en declaraciones a la prensa, que “la relación sagrada entre el ríol Wanganhui y nosotros se refleja en el refrán: “Yo soy el río y el río soy yo”. Es un curso de agua de vital importancia para quienes viven a su alrededor. La decisión no significa que hemos cambiado nuestra visión del mundo, sino que las personas están comenzando a ver el planeta como nosotros”.
La medida podría ser la primera, pero no la última, ya que garantizaría la conservación de diferentes ecosistemas.

Juan Scaliter