La pregunta es sencilla de formular pero muy compleja de responder: ¿en qué momento nace una nueva rama del árbol evolutivo? O, más sencillo aún: ¿qué determina el nacimiento de una nueva especie? El especialista en biología evolutiva Zach Gompert, de la Universidad Estatal de Utah ha intentado resolver este dilema analizando la ecología y la genómica del insecto palo de Timema que, entre otras cosas, se distingue por confundirse con el ambiente que le rodea para protegerse de los depredadores.

Para el estudio, publicado en Nature Ecology & Evolution, el equipo de Gompert secuenció más de 1.000 genomas de estos insectos de palo. Los autores destacan que el número de ejemplareses tan alto que rara vez se da fuera de estudios genéticos que involucren a los humanos.
«Nuestro trabajo sobre estos insectos – explica Gompert en un comunicado – sugiere que la especiación puede iniciarse por unos pocos cambios genéticos, asociados con la selección natural, por ejemplo los que determinan los patrones de color que se adaptan al entorno.Si bien la especiación es mucho más complicada que estos cambios, los patrones de color de los insecto palo de Timema proporcionan una ventana para estudiar las primeras fases de la formación de una especie».

De acuerdo con los resultados obtenidos, el proceso de generación de una nueva especie implica la elección de pareja y la acumulación de diferencias genéticas a través del genoma en poblaciones geográficamente aisladas. Las reversiones rápidas se pueden producir cuando dos especies distintas, separadas durante mucho tiempo, se vuelven a aparear. Gompert confiesa que “aunque las variaciones de color en organismos como los insectos palo, pueden ser sorprendentes e informarnos de las fases de la evolución, son un pequeño aspecto de un proceso de especiación de múltiples facetas que recién comenzamos a explorar”.

Juan Scaliter