El hallazgo de un artículo, escrito por el ex primer ministro británico Winston Churchill, en el que razonaba con mentalidad científica sobre la posible existencia de vida extraterrestre, revela una faceta poco conocida del político. Titulado ¿Estamos solos en el Universo?, estaba destinado a publicarse en el dominical londinense News of the World, pero Churchill continuó revisándolo hasta bien entrados los años 1950.

El trabajo ha sido analizado por el astrofísico Mario Livio en un artículo publicado en Nature. Allí, Livio destaca que Churchill fue el primero en su cargo en contratar un asesor científico (el físico Frederick Lindemann). También señala que a los 22 años, mientras estaba destinado en la India, leyó la obra de Charles Darwin, El origen de las especies, que había sido publicada apenas 37 años antes, y que en 1931 publicó un artículo de divulgación vinculado a la fusión en The Strand magazine. Todos estos ejemplos no hacen más que confirmar que «en un momento en el que numerosos políticos rechazan la ciencia – escribe Livio en Nature –, me parece que es emocionante recordar a un líder que se comprometió con ella tan profundamente”.

El emblemático político inglés habría editado el texto a lo largo de los años, respondiendo a los avances en ciencia. Muestra de ello es que inicialmente el ensayo se titulaba ¿Estamos solos en el espacio? y luego lo cambió por ¿Estamos solos en el Universo?

Pero lo más interesante es la visión de Churchill sobre la posibilidad de encontrar vida alienígena. “Su razonamiento refleja muchos argumentos modernos en astrobiología – afirma Livio –. En esencia, se basa en el Principio Copérnico, la idea de que, dada la inmensidad del Universo, es difícil creer que los seres humanos en la Tierra representan algo único».

A lo largo de su ensayo, Churchill habla de la zona de habitabilidad de los planetas, de la necesidad de agua para la vida aunque “otros líquidos no pueden ser descartados, pero nada en nuestro conocimiento actual nos autoriza a hacer tal suposición”. También destaca la probabilidad de que existan numerosos planetas habitables: “El sol no es más que una estrella en nuestra galaxia, que contiene varios miles de millones de soles (…) No soy suficientemente vanidoso para pensar que mi sol es el único con una familia de planetas. Una gran fracción de planetas extrasolares tendrá el tamaño adecuado para mantener agua en su superficie de agua y posiblemente una atmósfera de algún tipo”. Todo esto es lo que afirmaba Churchill medio siglo antes que se confirmara el hallazgo del primer planeta extrasolar, en 1992.
El ensayo del ex primer ministro llegó al Museo Nacional Churchill de Estados Unidosgracias a la mujer del editor, Wendy Reves, quien lo donó en los años ochenta. Pero permaneció oculto hasta que Timothy Riley, director del museo desde hace un año, lo descubrió y lo dio para que se hiciera un análisis sobre el mismo. Ese privilegio le correspondió a Livio.
Es sólo liderandoa la humanidad hacia el descubrimiento de nuevos mundos de la ciencia y la ingeniería vamos a mantener nuestra posición y seguir ganando nuestro sustento. Necesitamos científicos en el mundo, pero no un mundo de científicos para que la ciencia sea el siervo y no el amo del hombre”, afirmaba Churchill más de 60 años atrás. Interesante frase para un político. Sea de la época que sea.

Juan Scaliter