En los viajes en avión hay varias máximas: a mayor cansancio, más cerca el bebe que no deja de llorar. Cuantas más ganas de ir al baño, más lejos del pasillo estamos sentados (y más dormidos nuestros vecinos). La cantidad de horas de vuelo es directamente proporcional a la posibilidad que que el sistema de entretenimiento no funcione y, finalmente, si nos toca el asiento del medio, nuestros vecinos tendrán espaldas de dos metros de ancho.

Pero esta última puede ser una que desaparezca en breve. La empresa Molon Labe Designs ha creado el concepto Side-Slip Seat que se basa en que el asiento del medio (un poco más ancho que el resto) se coloca ligeramente por detrás de los otros dos. Aunque no hay más sitio para estirar las piernas, sí logra evitar las peleas de hombros habituales.
Y esta no es la única ventaja del sistema Side-Slip-Seat. En el momento del embarque, el asiento del pasillo se desliza por encima del asiento del medio, ampliando casi en un 100% el espacio para que los pasajeros entren. Esto reduce en unos 10 minutos la duración el proceso, algo sumamente valioso para las aerolíneas ya que cada minuto que pasan en tierra llegan a pagar hasta 100 euros, dependiendo del aeropuerto. A esto se le une que se reduciría el gasto de combustible durante ese lapso, al menos unos 40 litros. Ambos factores hacen que a lo largo del día, el tiempo ahorrado permitiría realizar un nuevo vuelo de al menos dos horas.
Los asientos ya han pasado los primeros test de seguridad con una nota muy alta y empresas como Airbus y Boeing están contemplando su uso.

Así funcionan el sistema Side-Slip Seat

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Juan Scaliter