En primera instancia, lo que aporta la investigación –biomédica, astrofísica o industrial– son datos. Montañas cada vez más extensas de datos necesitados de interpretación para resultar útiles. En un proceso delicado y complejo que se sirve de una herraminenta tan poco glamurosa como esencial: la estadística.

Hoy, esa disciplina de trastienda ha pasado a un brillante primer plano. La novena edición de los Premios Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento ha nombrado ganadores de la categoría de Ciencias Básicas a dos prominentes estadísticos: el estadounidense Bradley Efron, catedrático de la Universidad de Stanford, y el británico Sir David Cox, catedrático emérito de la Universidad de Oxford.

“Los métodos de Cox y Efron se usan diariamente en la práctica de la ciencia estadística, y han tenido un gran impacto en todas las ciencias que dependen del análisis de datos”, señala el acta del jurado. Para el matemático Trevor Hastie, miembro del jurado, “son los dos estadísticos vivos más influyentes hoy en día y han revolucionado este campo”.

Bradley Efron propuso en 1979 un método conocido con el término inglés bootstrap (literalmente, trabilla de bota, y en sentido figurado, impulso). Con él se puede determinar el margen de error de una medida. Por eso, ayuda a obtener información fiable de muestras estadísticas muy pequeñas o con elevado riesgo de sesgo. Requería un trabajo computacional enorme, por lo que su uso se ha extendido mucho con los avances en la potencia de los ordenadores.

En su página de la Universidad de Stanford asegura que “un aspecto bonito de la estadística es que te permite ser de utilidad en un rango amplísimo de campos. Por ejemplo, actualmente trabajo en aplicaciones como la bioestadística y la astrofísica” .

Al británico Sir David Cox se le conoce fundamentalmente por la regresión que lleva su nombre. Esta se utiliza para explicar la duración de un intervalo temporal entre dos eventos determinados, cuando esta duración no depende del azar, sino de factores concretos. Así, permite analizar datos de supervivencia en la investigación médica. Por ejemplo, cómo influyen la edad, la dieta, el entorno social o la exposición a determinadas sustancias en las probabilidades de supervivencia de los afectados por sida o cáncer. Y cómo varían esas probabilidades con un determinado tratamiento. Pero también sirve para calcular las diferencias en la vida útil de un material dependiendo sus componentes.

Ambos coincidieron profesionalmente durante la estancia de un año de Efron en Londres en 1972. De hecho, Efron ha atribuido la idea inicial del bootstrap a una conversación con Cox. El próximo junio tendrán ocasión de volver a comentarla durante la ceremonia de entrega de los Premios Fronteras en Madrid.

Pilar Gil Villar