Este año se cumplen 70 años de la publicación del Diario de Ana Frank, el relato de una joven judía que durante la II Guerra Mundial, sobrevivió oculta en una habitación secreta hasta que fue delatada y toda su familia enviada a campos de concentración. Ana murió en Bergen-Belsen, en 1945, de tifus. Su padre, Otto, el único superviviente, publicó el libro dos años después.
Ahora, un grupo de arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades de Israel y del Yad Vashem, la institución oficial israelí constituida en memoria de las víctimas del Holocausto, ha desenterrado un pendiente idéntico a uno que pertenecía a Ana Frank, en el campo de Sobibor, Polonia.

Mediante el uso de la Base de Datos de Deportación Paneuropea en línea de Yad Vashem, Transports to Extinction, comprobaron que el colgante podría haber pertenecido a una niña con el nombre de Karoline Cohn. El director de la base de datos, Joel Zissenwein,descubrió que Cohn, nacida el 3 de julio de 1929, fue deportada de Frankfurt a Minsk el 11 de noviembre de 1941. Aunque no se sabe si Cohn sobrevivió a las duras condiciones en el gueto de Minsk , su colgante llegó a Sobibor entre noviembre de 1941 y septiembre de 1943, cuando el gueto fue cerrado y los 2.000 judíos que vivían allí, deportados al campo de Sobibor. Allí, a lo largo del camino a las cámaras de gas, el pendiente de Karoline, por entonces 14 años, cayó y permaneció enterrado en el suelo durante más de 70 años.
Investigaciones adicionales revelan la gran similitud entre este pendiente y uno que llevaba Ana Frank . También habría otras coincidencias: ambas nacieron en Frankfurt, lo que sugiere una posible conexión familiar entre Frank y Cohn. Los investigadores están tratando de localizar a familiares de las dos familias para explorar esta vía.

De acuerdo con un comunicado, uno de los líderes de la investigación, Yoram Haimi, «El significado de los hallazgos en Sobibor crece con cada temporada de excavación. Cada vez que excavamos revelamos otra parte del campamento, encontramos más artículos personales y expandimos nuestro conocimiento sobre lo ocurrido. Este pendiente demuestra una vez más la importancia de la investigación arqueológica de los antiguos campamentos de exterminio nazi.La emotiva historia de Karoline Cohn es simbólica del destino compartido de los judíos asesinados en Sobibor y es importante contar la historia, para que nunca olvidemos”.

Juan Scaliter