La noticia parece de traca de fin de año, pero es una realidad: cada vez estamos más conectados (al móvil, a internet, a las redes sociales) con el objetivo de cumplir funciones laborales, pero fuera del horario de oficina. Para intentar resolver esto, el gobierno francés ha propuesto una medida a las empresas con más de 50 empleados, que a partir del 1 de enero deben garantizar a sus empleados el derecho a desconectarse en su tiempo libre para reducir el estrés que provoca estar pendiente de correos electrónicos entre otras.

La medida está basada en diversos estudios, como el de la Universidad de Columbia u otro de la Universidad de Colorado, que señalan los efectos negativos de los que se ha llamado info-obesidad, la compulsión por conectarse y cumplir objetivos en el tiempo libre.
La medida, que obviamente no se sabe las consecuencias que tendrá, quizás podría ser aplicada en España, teniendo en cuenta la realidad de nuestro país. De acuerdo con una encuesta de Randstad, el 28% de los trabajadores españoles no desconecta del trabajo en sus vacaciones. La cifra es superior a la media, del 25%, aunque, afortunadamente y por ahora, no llega a los niveles de Portugal, que sobrepasa el 40%.

Pero hay más datos, casi un tercio de los españoles afirma que dedica gran parte de su tiempo libre a tareas relacionadas con el trabajo, y un 73% siente que en la actualidad tiene menos tiempo libre que hace unos años.
Habrá que ver qué ocurre en Francia y cómo se podría implementar en España.

Juan Scaliter