Los números son ciertamente preocupantes. Solo quedan 7.100 guepardos (Acinonyx jubatus) en todo el mundo y viven confinados en un área que se ha reducido más de un 90% de lo que solía ser. La población de guepardos asiáticos ha sido la más afectada: solo quedan 50 individuos que sobreviven en una aislada región Irán. Al mismo tiempo, en apenas 16 años, los guepardos que habitaban Zimbabwe han casi desaparecido, pasando de 1.200 a un máximo de 170 animales.
Por si todo esto fuera poco, el 77% de su hábitat está fuera de áreas protegidas, lo que aumenta su vulnerabilidad al impacto humano: menos presas, un incremento en el tráfico como mascotas exóticas y la caza furtiva.

Todo esto aparece en un reciente informe publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, realizado por la Sociedad Zoológica de Londres, la Sociedad para la Conservación de la Naturaleza y la organización Panthera. Los resultados han impulsado a sus autores a solicitar que este felino pase de Vulnerable a En peligro, en la lista de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN por sus siglas en inglés), para evitar la extinción inminente.

De acuerdo con Sarah Durant, autora principal del estudio, “esta investigación representa el análisis más completo sobre el guepardo hasta la fecha. Nuestros resultados demuestran que las necesidades de grandes espacios para el guepardo, junto con el complejo rango de amenazas que enfrenta la especie en su hábitat natural, lo hacen mucho más vulnerable a la extinción de lo que se pensaba anteriormente”.

Por su parte, la directora del Programa Cheetah de Panthera y coautora del estudio, Kim Young-Overton, aseguraba en un comunicado que “acabamos de pulsar el botón de reinicio en nuestra comprensión de lo cerca que están los guepardos de la extinción. Tenemos que pensar en grande en relación a la conservación, recurriendo a los distintos hábitat protegidos que podrían habitar estos felinos. De no hacerlo podríamos perderlos para siempre”.

Juan Scaliter