Algunos animales hibernan, buscan refugio o vuelan a climas más cálidos durante los meses más fríos del año, pero las plantas son incapaces de moverse libremente. Por ello deben superar las condiciones ambientales adversas, midiendo el tiempo de sus procesos fisiológicos. Y uno de los más importantes es el proceso de florecimiento. Pero, ¿cómo deciden las plantas cuándo hacerlo?
Un equipo de científicos del Instituto de Ciencias Básicas (IBS), desentrañó un nuevo mecanismo para explicar esta cuestión aparentemente fácil, pero realmente complicada.
«Las plantas que florecen demasiado temprano se reproducen sin éxito – explica en un comunicado Kim Yun Ju, autor de este estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS)–, por lo que las plantas han desarrollado un mecanismo epigenético que regula su tiempo de floración».

Para comprender la floración, los científicos del IBS estudiaron la Arabidopsis thaliana, una pequeña planta de la familia de la mostaza. La Arabidopsis tiene pequeñas flores blancas procedentes de células madre florales. Las células madre se mantienen en una etapa inicial de desarrollo, luego se diferencian en cuatro sépalos, cuatro pétalos, seis estambres y dos carpelos fusionados.

La regulación epigenética es uno de los principales mecanismos para controlar el tiempo de floración. Regula la expresión génica a través de modificaciones químicas del ADN, pero sin cambiar la secuencia del ADN. Si el ADN es com un libro con toda la información dentro de una célula, las modificaciones epigenéticas son como pequeñas notas que indican qué páginas del libro debe leer la célula y cuáles omitir. contenido en cada celda como un gran libro que contiene toda la información, estas modificaciones químicas pueden ser pensadas como marcadores que le indican a la celda qué páginas leer y qué omitir con el tiempo. La Arabidopsis tiene al menos 18 de estos marcadores. Este estudio descubrió las proteínas que interactúan con una de estas modificaciones químicas que controla el tiempo de floración. Una de ellas es HD9: las plantas que carecen de esta proteína florecieron antes. Lo que aún no se sabe es qué ocurre si HD9 está sobreexpresada.

Juan Scaliter