Un grupo de científicos del Trinity College de Dublin, Irlanda, han descubierto evidencias fósiles que sugieren que los Orthacanthus, unos tiburones que habitaron los cursos de agua dulce 300 millones de años atrás, se comían a los miembros más jóvenes de la familia. El hallazgo fue hecho al estudiar corpolitos (heces fosilizadas) de estos escualos y encontrar en ellos piezas dentales de especímenes menores. Los expertos especulan que esto era frecuente en tiempos en los que otras fuentes de alimentos comenzaban a escasear. La identificación de los corpolitos ha sido sencilla dado que el Orthacanthus tenía un recto en forma de sacacorchos que facilita la identificación de sus heces.
Hace trescientos millones de años, Europa y América del Norte estaban en el Ecuador y cubiertas por junglas. Los depredadores superiores de estos llamados «Bosques de carbón» no fueron los animales terrestres, sino enormes tiburones que cazaban en las aguas de los pantanos costeros.
Aodhan Ó Gogáin, es el autor principal del estudio publicado en Paleontology, asegura que“ya existían evidencias de que los tiburones antiguos como el Orthacanthus se alimentaba de anfibios y otros peces, pero esta es la primera evidencia de que también se comían a los jóvenes de su propia especie».

Juan Scaliter