Gracias al físico Carlos Pobes, que estuvo hace un par de años recluido en el clima más extremo del planeta fotografiando neutrinos, nos enteramos de que en estos momentos está teniendo lugar el rescate extremo de un científico enfermo en la base Amundsen-Scott. Para enterarnos más a fondo de lo que está ocurriendo en la Antártida hemos hablado con Pobes:

Pregunta: ¿Qué ha pasado? ¿Por qué se ha tenido que desplazar un equipo de rescate hasta la Antártida?

Respuesta: La información es bastante limitada, por cuestiones de privacidad, pero al parecer hay una urgencia médica en la base Amundsen-Scott y tras consultar con expertos han valorado que es oportuno asumir el riesgo que supone una operación así para intentar evacuar a esta persona.

P.: ¿Por qué y durante cuánto tiempo se quedan recluidos los científicos en la base Amundsen Scott?

R.: La base Amundsen-Scott se sitúa en el Polo Sur geográfico, en el interior del continente antártico, a más de 1000km de la costa. Desde Febrero hasta Octubre las temperaturas son tan extremas (una media de -60C) que resulta muy peligroso volar hasta allí, por lo que se interrumpen los vuelos durante ese periodo. Eso ha dado lugar a la figura de los Winter Over, las personas que quedan aisladas en las bases antárticas durante el invierno polar a cargo de los experimentos o como responsables del correcto funcionamiento de las bases.

P.: ¿Por qué es tan peligroso llevar a cabo un rescate en esta época?

R.: Hay más de 2.000 km desde la base inglesa Rothera (desde donde se lanza el rescate) hasta la base Amundsen-Scott. Son entre nueve y diez horas de vuelo. No se puede llevar combustible para ida y vuelta, así que hay un punto de no retorno. Tienen que estar muy seguros de las previsiones meteorológicas en una ventana de más de 24h.

En el trayecto tienen que alcanzar la meseta Antártica y atravesar montañas que pueden superar los 4.000 m. La base está a 2800m. Ya ha habido accidentes incluso en verano. Una vez que el avión ha aterrizado hay que asegurarse de que no se congela nada o que no se quedan los esquís pegados a la nieve, como ocurrió la primera vez que se intentó un rescate. Este es el tercero, pero nunca se había producido tan en mitad del invierno polar, justo en lo que llaman ‘midwinter‘.

P.: ¿Las condiciones climáticas están siendo favorables para el rescate?

R.: Afortunadamente el solsticio ha coincidido con luna llena y además está despejado, así que la visibilidad es óptima. Las temperaturas tampoco están siendo excesivamente bajas, y el viento está relativamente contenido. Son condiciones ideales, pero no van a durar mucho, así que han tenido que aprovechar esa ventana.

P.: ¿Qué podría salir mal?

R.: Teniendo en cuenta todas las variables que comentamos, supongo que hay muchas cosas que pueden salir mal. Afortunadamente, parece que está yendo todo bastante bien. Desde luego, hay un equipo humano excepcional velando por que todo salga bien.

P.: ¿Cuándo tendremos más noticias sobre el desarrollo de la operación?

R.: La NSF (National Science Foundation) va actualizando la información en su página de facebook. Imagino que confirmarán la llegada del avión a la base inglesa Rothera en la costa y quizá más adelante ofrezcan alguna nota de prensa más detallada de toda la operación una vez que la persona se haya recuperado en EEUU.

Redacción QUO