Del mismo modo que cuando se descifró el genoma humano, la mayoría de los científicos del área se enfocaron en analizar los genes y señalar su influencia, la novedosa técnica CRISPR ha logrado seducir a los expertos. Pero no todos persiguen editar genes para curar enfermedades. Algunos, como George Church, van más allá. Junto a un equipo de la Harvard Medical School y de la Universidad de Cambridge han utilizado CRISPR para “viajar al pasado” de una bacteria.
Básicamente podríamos decir que, al igual que los seres humanos, las bacterias tienen su propio sistema inmune y una de sus barreras se llama CRISPR. Esta línea de defensa almacena fragmentos de ADN de las últimas infecciones virales. Y estos se añaden al sistema de modo cronológico, lo que permitiría establecer un orden en las infecciones que ha sufrido la bacteria.

Para demostrarlo se aplicaron diferentes fragmentos de ADN en un cultivo de Escherichia coli, uno cada tres días. Luego, al analizarla pudieron reconstruir la cronología de las “infecciones”. Luego lo intentaron con cinco y el resultados fue el mismo.
Debido a que la cantidad de estos fragmentos es enorme y que se puede manipular el orden en el que se graban en la bacteria, los autores señalan que el número de combinacioneses enorme. Así, en lugar de tener que analizar repetidamente un cultivo bacteriano a lo largo de un experimento, este nuevo trabajo, publicado en Science, permitirá terminar el estudio y luego reconstruir los eventos.

Juan Scaliter