¿Os imagináis que nuestro cerebro tuviera un interruptor que, al apagarlo o encenderlo, regulase que tuviéramos más o menos miedo? Pues algo parecido es lo que han hecho un equipo de investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona y de la Universidad de Harvard que, gracias al uso del láser, fueron capaces de estimular una serie de neuronas involucradas en el aprendizaje del miedo.

Dichas neuronas, llamadas Tac2, se encuentran en la amígdala cerebral. Los investigadores cogieron a un grupo de ratones y les manipularon dichas neuronas para hacerlas sensibles a la acción de la luz, para luego poder estimularlas con un láser. Luego, los mezclaron con otros ejemplares que no habían sufrido dicho proceso.

A ambos grupos de ratones se les hizo escuchar un sonido y, después, se les aplicó una corriente eléctrica. Y aquellos a los que se les estimulaba las neuronas Tac2 con el láser, fueron capaces de recordar durante un período más largo de tiempo, que el sonido precedía a la descarga, y mostraba una conducta más miedosa cuando lo escuchaban días después.

El estudio abre la puerta a desarrollar futuros mecanismos que puedan ayudar a los pacientes de fobias y síndromes como el del estrés postraumático.

Fuente: Agencia Sinc.

Vicente Fernández López