El 8 de spetiembre es la fecha elegida para que la sonda OSIRIS-REx de la Nasa comience su viaje para convertirse en la misión hacia uno de los objetos estelares más pequeños en el que el ser humano ha posado un instrumento. Se trata del pequeño (490 metros de diámetro) asteroide Bennu, un trozo de roca muy cercano a la Tierra. Pero mucho. Tanto que durante su perihelio (máximo acercamiento al Sol) se encuentra dentro de la órbita terrestre y cuando está en las “antípodas” (el afelio) llega casi hasta la órbita marciana.
Por las dificultades de la misión y la información que se obtendrá, OSIRIS-REx está destinada a convertirse en una nueva Rosetta. Su objetivo es trazar varios mapas del asteroide ya que Bennu es parte de los residuos que dejó la formación del sistema solar y sus condiciones son perfectas para guardar claves de aquellos tiempos. Pero para todo ello hay que enfrentarse a varios desafíos. La gravedad es Bennu es tan baja que, mientras OSIRIS-REx lo esté orbitando, antes de aterrizar, deberá estar a un máximo de 2,4 kilómetros, de lo contrario la presión de los rayos solares será mayor que la gravedad de Bennu y la sonda saldrá despedida.
Por ello se planea que, durante cerca de un año, la sonda orbite alrededor del asteroide determinando los sitios de aterrizaje potencialmente más interesantes y seguros y sus características físicas, químicas y geológicas. Las consideraciones que tendrán en cuenta son tan específicas que hasta deben medir el nivel de luz que refleja la superficie del asteroide, ya que la sonda utilizará láseres que reboten en Bennu para trazar mapas fiables. Si la superficie es muy oscura esto será imposible.
Pero el motivo por el que los expertos involucrados se están frotando las manos es que, observaciones a distancia, permiten deducir que Bennu contiene agua y material orgánico, o al menos rico en carbono, fundamentales para la vida…Lo que no quiere decir que allí viva El Principito o encontremos una bacteria con su nombre.

El jefe de la misión OSIRIS-REx, Ed Beshore, ya se está preparando y, en un comunicado de la Nasa, aseguraba que “Me gustaría decir las primeras palabras que dice todo explorador cuando llega a una nueva tierra y comienza a trazar mapas”.

Juan Scaliter