Por primera vez médicos, pacientes, familiares y laboratorios tendrán una herramienta efectiva para medir los avances de personas autistas al seguir un terapia conductual o un tratamiento farmacológico. El avance es responsabilidad de un grupo de científicos de las universidades George Washington (USA) y de Gotemburgo (Suecia). Los investigadores analizaron una serie de 164 imágenes de cada uno de los 114 voluntarios (cerca de 20.000 imágenes en total) y con ellas diseñaron el mapa de los circuitos cerebrales que están alterados en e trastorno del espectro autista (TEA). Así, a partir de ahora, bastará buscar esas alteraciones para realizar un diagnóstico o para evaluar los progresos (o no) vinculados a diferentes tratamientos.
El logro tiene una gran importancia ya que los pacientes con TEA son difíciles de diagnosticar, lo cual demora cualquier tipo de tratamiento.“Nuestro trabajo es importante – explica Kevin Pelphrey, líder del estudio, en un comunicado de la Universidad George Washington – porque estos biomarcadores nos dan una razón, que antes no teníamos, para comprender el autismo en niños.Ahora podemos utilizar marcadores biológicos para identificar qué tratamientos serán efectivos para casos individuales y medir el progreso.”
El estudio, publicado en el Journal of the American Medical Association (JAMA), se centró solo en niños, pero los investigadores aseguran que son indicadores efectivos de la función de los circuitos cerebrales en cualquier tipo de persona con TEA con independencia de su sexo y edad. Pero para confirmarlo ya han comenzado un estudio con niñas que corrobore la afirmación.
«Los síntomas del comportamiento de las persona con TEA – concluye Malin Björnsdotter,coautora del artículo a través de la página web de la Universidad George Washington – son tan complejos y variados que es difícil determinar si un nuevo tratamiento es eficaz, sobre todo dentro de un marco de tiempo realista. Estos marcadores de la función cerebral pueden proporcionar medidas específicas y los objetivos necesarios para llenar este vacío.»

Juan Scaliter